Recuerda: el objetivo es reducir lo superfluo para poder disfrutar de lo que te importa. Eres tú quién decide lo que importa.
Posesiones exageradas
El camino más clásico al minimalismo es sin duda la de simplificar tu casa. Reorganizar el el armario, el trastero o toda la casa es una potente fuente de tranquilidad. No solo apartarás las cosas que nunca utilizas, sino también la mala conciencia por no utilizarlos. Tienes permiso para regalar o tirar aquel curso de francés del 2007 y los monopatines llenos de polvo. No los echarás de menos.
Actividades sustitutas
Lo que funciona con cosas, también funciona con actividades. ¿Crees que pasas demasiado tiempo frente a la televisión? Apágala (y esconde el cable) durante un mes y experimenta con actividades alternativas como leer un libro o llamar a una amiga. O quizás te agobia el hecho de que pasas demasiado tiempo en las redes sociales y actualizando el email. Al darte pautas claras de cuándo y cómo verificar tus cuentas (por ejemplo un horario concreto, si hace falta con ayuda de herramientas (por ejemplo Cold Turkey para Windows o Self Control para Mac.
Alimentación dañina
Si quieres empezar por tu salud, lo más fácil es simplificar tu alimentación. Puedes empezar con quitar un alimento dañino de tus hábitos alimenticios, sustituyéndolo por alguna alternativa o abandonándolo por completo. La adicción al azúcar y el abuso de la sal son sabores adquiridos, o sea con una reducción progresiva podrás eliminarlos en buena parte. El café lo puedes sustituir por té y el pan de molde por pan natural (preferiblemente integral). Mientras tengas un verdadero interés en el efecto que los alimentos tienen sobre tu cuerpo, los experimentos te ayudarán a descubrir lo que te sienta bien y mal.
Relaciones desenfocadas
Tanto si eres una eremita solitaria como si te denominas una mariposa social: es importante que las relaciones que tengas (independientemente del número de personas que conozcas) sean de calidad y te apoyen en tu camino. Algunas veces eso significa que hay que recortar la lista de amigos en facebook (o eliminar aquellos de los cuales te aparezcan sus actualizaciones en tu muro) o dejar ir una amistad que tan solo te cuesta energía. Otra veces es suficiente que apagues el móvil mientras tomas un café en compañía.
Sólo tu puedes decidir qué área necesita más atención en este momento. Y entonces, manos a la obra! El objetivo es tu felicidad.
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