Muchas novias prefieren casarse en primavera o verano, pensando sobre todo en el buen tiempo. Personalmente me encantan las bodas en invierno y creo que se pueden conseguir estilismos fabulosos en esa época del año, tanto para novias como para invitadas.
Arriba tenemos un buen ejemplo: Adelaide Drape-Frisch se casó con el Archiduque Christoph de Austria, con un bonito vestido de dos piezas de satén blanco, con el cuello y los puños de visón de Diane Lelys, una diseñadora establecida en su exquisita boutique de la rue du Cherche-Midi en París
La novia resultó muy adecuada para esa boda aristocrática y para el mes de Diciembre. Más en hola.com.
Fabiola de Bélgica, la más elegante, de Balenciaga, el 15 de Diciembre de 1.960
Cuando vi este vestido inmediatamente me recordó, por sus detalles de piel, a uno de mis trajes de novia favoritos de todos los tiempos: el que diseñó Cristóbal Balenciaga para Fabiola el día de su boda con Balduino de Bélgica.
En un post titulado "Mi emocionante visita al Museo Balenciaga" narré mi visita al Museo del genial diseñador en Getaria. Allí tuve la suerte de ver en directo este maravilloso vestido y pude comprobar que no era blanco como siempre había creído, sino de un tono beige.
Fabiola de Bélgica fue una de las novias más elegantes y distinguidas que he visto. El vestido era impresionante con su escote barco y sus detalles en piel de armiño.