A pesar de un físico envidiable para más de uno y una buena carrera como modelo, parece ser que Jeremy sufría un trastorno alimenticio desde los 12 años, ya que era el blanco perfecto de burlas y bromas entre sus compañeros, aunque fué una ruptura amorosa lo que le sumió en un terrible depresión.
La busqueda del canon "perfecto" o de la propia perfección a los ojos de Jeremy provocó en él una obsesión que le ha llevado caminando directamente de la pasarela a la muerte.
En definitiva, la anorexia, una enfermedad que no solo afecta a todos es@s modelos que idolatramos que son portada de las mejores publicaciones o fetiche de grandes diseñadores, también es una enfermedad que afecta al resto de los "mortales" y se convierte en el infierno de miles de personas.
Desde Clotílde con Tilde nuestro pequeño homenaje a Jeremy Gillitzer , por su trayectoria y por la eterna lucha contra una enfermedad de la que desgraciadamente no ha salido victorioso, una mancha negra más en el expediente de la moda.