Operadoras como Amena, Orange y Vodafone están empezando a ofrecer conexión 4G como alternativa a los servicios de ADSL. Con un precio que ronda los 30€ en los dos primeros casos y los 40€ en los segundos, muchos se están preguntando si es el momento de mudarse del ADSL al 4G. Sin embargo, muchas voces advierten que la nueva conexión no es apta para todo el mundo. Hay bastantes condicionantes que tienes que sopesar antes de cambiar tu conexión ya que las dos tienen importantes ventajas e inconvenientes entre sí. Antes de exponerte las diferencias, también te sugerimos visitar páginas especializadas en comparadores para comparar ofertas ADSL como las que aparece aquí.
Las principales ventajas de las conexiones domésticas 4G son dos: son más rápidas y tienen un módem móvil que puedes llevar adónde quieras. Así, la conexión va contigo y te permite trabajar en todo momento siempre y cuando tengas conectado dicho módem. Funciona con una tarjeta de teléfono y por ello la movilidad no es ningún problema. Respecto a la velocidad sí que existen algunos peros ya que la cantidad varía según la distancia al centro de telefonía. Aunque en cantidades brutas son superiores a las del ADSL, tienen unas pérdidas superiores a éste, consiguiendo de media una velocidad de entre 20 a 50 MB. Pese a las pérdidas son velocidades superiores a las habituales en cualquier conexión ADSL.
Otro de los problemas de la conexión 4G frente al ADSL es que solo es posible contratarlo en los principales núcleos urbanos. En zonas rurales aún no se hay cobertura y, probablemente, tarde bastante en haberla mientras que el ADSL está ampliamente implantado en todos los lugares donde hay línea de teléfono. El último problema que debemos destacar del 4G es que tiene un límite de datos, como en nuestros teléfonos móviles, tras lo cual la velocidad baja al mínimo. Este límite hace que la conexión 4G no sea adecuada para aquellos que descargan un importante número de archivos o acostumbran a ver muchos vídeos en streaming aunque para los que utilicen el ordenador para mirar el correo electrónico y navegar por diferentes webs, podrán hacerlo con mayor calidad que con una conexión ADSL.
El último problema es que los usuarios de red 4G de una misma zona la comparten y si bien de momento no hay un número de demanda lo suficientemente grande como para que la velocidad se vea afectada es un problema a resolver a medio largo plazo. En definitiva, para aquellos que no usen en demasía las descargas y el streaming, el sistema 4G te permitirá conexiones más rápidas a un precio similar, ganando en comodidad al poder llevártela a donde quieras (siempre y cuando haya cobertura). El ADSL, por su parte, pese a ofrecer una velocidad inferior, te permite tener línea de teléfono fijo y la velocidad no se gasta por lo que es la mejor opción para aquellos que ven películas y series o se pasan las horas muertas en Youtube.