Afelandra (aphelandra squarrosa)

Por Remediando @remediando
La Afelandra es una planta de interior con hojas y flores muy bellas y llamativas. Pertenece a la familia de las acantáceas. En Europa solo prospera una de las muchas especies que crecen en la selva virgen del centro y sur de América. La aphelandra squarrosa.
La aphelandra squarrosa, en sus distintas variedades, es muy apreciada como flor de interior. Sus hojas son ovaladas, con punta afilada de hasta 25 cm de longitud, brillantes y de un verde oscuro con dibujo blanco plateado a lo largo de las nerviaciones. Entre las hojas protectoras se desarrollan sus pequeñas flores amarillas.

Las afelandras necesitan un lugar con luz, húmedo y caliente, que esté protegido de los rayos del sol. La tierra tiene que ser rica en humus, permeable y debemos abonarla con sales nutritivas hasta su total florecimiento. Podemos proporcionarle humedad a la planta colocando la maceta sobre un plato invertido dentro de un sobre tiesto, cuyo fondo cubrimos con agua. Pero el agua no debe tocar la maceta de la planta. Es recomendable rociar la planta a diario con agua. Mientras tenga flor, hay que regarla con regularidad.
Cuando ha acabado la floración, la afelandra necesita, durante seis semanas, un sitio más fresco. Durante éstos días recibe menos agua y no se abona en absoluto. A continuación, se poda a 10 cm y tras la reducción del bulbo, la copa de raíces se planta en un tiesto del mismo tamaño, con tierra nueva. La regamos, al principio, con cuidado, después en abundancia. Pasadas cuatro semanas del trasplante, se reinicia el abonado.
Esta planta se multiplica por acodos de cabeza y acodos de hoja con una yema. Echan raíces en una mezcla de arena y turba. La época ideal es entre marzo y abril. Si queremos conserva la temperatura y la humedad, se aconseja colocar un vaso invertido sobre la plántula.