Afganistán; la tumba sin fondo

Por Antoniopampliega

Mil. Puede que esa cifra no les diga nada o tal vez todo. Es un número más. Un número vacío sin un contexto que lo rodee y le dé sentido. Mil. Un número redondo. Bonito. Pero cargado de simbolismo. Mil. Esos son los soldados norteamericanos que se han dejado la vida en Afganistán desde que diese comienzo la Operación Libertad Duradera en octubre de 2001.

Mil. Puede no significar nada. Pero lo es todo. Es un número que habla de la sin razón de una guerra estúpida que sigue abasteciéndose de sangre. Un país sediento del oro rojo que recorre nuestras venas. Un país que se ha cobrado millares de vidas en las tres últimas décadas y que tiene intención de seguir alimentándose y cebándose con ella. Mil.

Mil soldados. Mil madres. Mil novias. Mil padres. Mil hermanos. Mil familias… Mil lágrimas por los caídos que nunca volverán. Mil cartas de pésame. Mil disculpas. Mil banderas hondeando a media asta… La guerra no da un respiro. No hay tregua.

El diario The New York Time- que rinde honores a todos los caídos desde finales de 2008- publicó una fotografía a doble página con el féretro de ese soldado desconocido que dio su vida por su país… Un homenaje póstumo de un país que en los últimos diez años ha perdido más de 5.000 vidas en Irak y Afganistán. Un coste demasiado elevado para seguir regando el árbol del dólar.

El soldado Mil llegó durante el último ataque de la insurgencia a la principal base aérea de Estados Unidos en Afganistán. En Bagram- ironías de la vida también fue la punta de lanza de los soviéticos durante su guerra- nueve soldados norteamericanos se dejaron la vida tras un cruento enfrentamiento entre los talibán y los soldados americanos…

Desde verano de 2009 la ofensiva planeada por el presidente Barack Obama el número de muertos entre los soldados norteamericanos se ha disparado. La vida de sus compatriotas a cambio de ganar una guerra que no lleva a ninguna parte. Muertos a cambio de prestigio internacional. Muertos a cambio del Nobel de la Paz.

Mil… Obama ya tiene en lo que pensar.