En ocasiones, damos mil rodeos para no dar el salto de ese obstáculo que nos produce temor, sin embargo, el mejor modo de encarar los miedos es mirar de frente a ese sentimiento que nos hace sentir diminutos y, a pesar de ello, seguir avanzando.
Cuando cedemos ante la fuerza del temor y convertimos la evitación en un mecanismo de defensa, limitamos nuestro potencial al no poner en práctica nuestros propios recursos personales. Cuando estamos a punto de despedir el 2015 te hago una pregunta: ¿Cuántas cosas has dejado de hacer a lo largo de estos doce meses por la excusa del miedo?
Puedes anotar en un cuaderno qué cosas más o menos importantes, con mayor o menor trascendencia en tu vida, no se han llevado a término como consecuencia del temor en cualquiera de sus formas: miedo al fracaso, temor a hacer el ridículo, complejo de inferioridad, temor al qué dirán…
Es positivo iniciar un nuevo año con el firme propósito de vivir mejor. Para ello, es saludable echar la vista al pasado para analizar la experiencia acumulada en el corazón y hacer balance de vida, actitudes y comportamientos.
El hecho de dejar de hacer algo que nos da miedo puede hacernos sentir liberados en un primer momento, sin embargo, pronto se convierte en una cadena. La cadena que nos hace vivir en una zona de confort que se vuelve agónica cuando no nos movemos más allá de lo previsible.
¿Recuerdas cuando eras niño y aprendiste a leer en el colegio? Al principio, nos mostramos un tanto inseguros en una nueva experiencia, sin embargo, poco a poco, vamos ganando soltura. Pues bien, en la etapa adulta, el proceso de aprendizaje es tan didáctico como el reto de aprender a sumar: tienes que entrenar. Por tanto, solo puedes superar tu temor afrontando esas situaciones que lo producen.
¿Qué objetivo te gustaría lograr en el nuevo año y cuál es el miedo que te está impidiendo lograr ese propósito? Puedes anotar tus reflexiones en relación con esta cuestión para poder poner palabras a tu mundo interior.
Hacer un proceso de coaching es una decisión de autoayuda muy positiva para incrementar la valentía personal. El temor se hace más pequeño cuando tomas conciencia de cuáles son tus recursos para hacerle frente. Haz balance para darte cuenta de cuánto puedes ganar si superas tus miedos y, por el contrario, cuánto tienes que perder si no lo haces.
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching.
Coaching personal, profesional y para la salud en Madrid y Figueras