Hace unos días os dejé por aquí lo que me pareció la gota que colma el vaso, la guinda a un año desilusionante. A continuación os dejo con otro relato a cargo de un compañero que como podréis comprobar se mueve en el mismo sentido. No creo que esto sirva para mucho, pero al menos uno, se puede desahogar gritando su queja al infinito.
No suelo apoyarme en el atril de Homo Sanitarius para discursos de carácter interno, y solía ser bastante cauto a la hora de valorar las cuestiones administrativas, de las que me reconozco como un profundo desconocedor y neófito. Pero sí puedo hablar de lo que conozco, de lo que sé, de lo que me duele. Y me duele mi gente, me duelen mis enfermos y me duele la frustación y la impotencia...Pertenezco a un colectivo que realiza una labor encomiable, generosa y poco valorada en una unidad de Medicina Interna, con 34 camas y muy poco (si, Sra Directora de Enfermería) personal adscrito al Servicio.Entiendo que las responsabilidades de Gestión de un centro hospitalario como el de La Línea son más complicadas de lo que posiblemente podamos suponer los "curritos de a pie", pero "mi gente" ya está quemada...quemada no, chamuscada, carbonizada. No nos pesa el trabajo, fatigoso, poco agradable y nada reconocido. Llevamos años haciéndolo en unas condiciones penosas y nos hemos quejado lo justito y sólo cuando la situación era insostenible.Pero hay cosas que claman al cielo, y ya estamos un poco hartos de seguir estando hartos.No queremos golpecitos en la espalda. No queremos felicitaciones, ni que se nos de un falso reconocimiento que sabemos que la Dirección no siente. No queremos trabajar menos, sino que los demás trabajen lo mismo (ya que cobramos la misma cantidad de euros). No queremos agravios comparativos.Queremos trabajar DIGNAMENTE, en un entorno laboral adecuado y que reuna las condiciones que por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales se debería exigir en un centro sanitario público. Queremos que se cumpla el ratio enfermera/paciente, que me van a permitir que diga, ni se cumplía, ni se cumple, ni tiene visos de cumplirse en próximos años. Queremos que se deje la política de "despacho con puertas abiertas": preferimos la de "directivos remangados y dispuestos a solucionar problemas".No queremos consuelo....QUEREMOS SOLUCIONES. Y LAS QUEREMOS YA.Y si no se ven capaces de solucionar la problemática planteada, queremos que se levanten del sillón, salgan por la puerta y dejen que otro lo intente...pero que no nos mareen la perdiz con falsas e hipócritas promesas de mejora que jamás llegan.No queremos reuniones estériles para callar bocas y colgarse medallas. Se puede decir más alto, pero no más claro: Medicina Interna necesita soluciones estructurales sin demora.Y los parches, déjenlos para las ruedas de las bicicletas....NO MERECEMOS MÁS CHAPUZAS...NI NOSOTROS, NI LOS 34 ENFERMOS QUE LAS SOPORTAN.Y vaya desde estas líneas mi eterno reconocimiento al equipo de profesionales que día a día saca adelante el trabajo en la UGC de Medicina Interna del Hospital de La Línea, equipo al que me siento orgulloso de pertenecer por su calidad profesional y sobre todo humana. Auténticos héroes anónimos.Por Alberto Puyana.
- Hartos de que nuestros enfermos se lleven 8 días sin luz en los cabeceros de las camas por una avería eléctrica que todavía no tiene solución.
- Hartos de tener que entrar en las habitaciones con linternas para poder tomar una tensión o hacer una glucemia de noche sin correr riesgo de pincharnos.
- Hartos de atender a un paciente y (como la luz de los cabeceros no funcionan) obligar a los otros dos pacientes de la habitación a soportar la luz principal del cuarto en plena madrugada para poder cambiar un simple pañal.
- Hartos de tener un celador compartido con la UCI, con más de 20 encamados en nuestra unidad que requieren sus cambios posturales y de pañal a las horas oportunas; hartos de que el celador tenga que abandonar en plena faena de cambios esta labor para poder bajar a un paciente a hacerse una prueba diagnóstica.
- Hartos de ver como compañeros de otras unidades soportan una carga de trabajo casi 30 veces menor (es decir, que sólo tienen 4 o 5 pacientes) con el mismo personal que la nuestra.
- Hartos de ver como el mobiliario de otras unidades es más moderno y funcional que el nuestro...a pesar de que los enfermos de medicina interna quizás les haga más falta por su incuestionable "calidad" de dependencia.
- Hartos de ver arreglos en otras unidades, mientras en la nuestra el techo del estar de enfermería amenaza con venirse abajo desde hace años...por no decir la persiana que esta estropeada y apuntalada con un rústico palo para que no se caiga desde antes del verano.
- Hartos de que cada vez que llueven tres gotas, tengamos que separar las camas que están pegadas a las ventanas por la cantidad de agua que se filtra.