Agredido brutalmente un periodista ruso del diario 'Kommersant'

Por Antoniopampliega

Si algo sacamos en claro con la muerte de Anna Politkóvskaya es que en Rusia si eres periodista e intentas hacer tu trabajo es muy posible que hayas firmado tu sentencia de muerte y qué un grupo de matones te meta una bala entre ceja y ceja… Total, matar sale barato y nadie les va a pedir cuenta. Al contrario; palmadita en la espalda por haberles quitado un problema de encima.

Desde aquel fatídico siete de octubre de 2006 ejercer el periodismo en Rusia es una tarea complicada. Una profesión de alto riesgo donde destapar escándalos es cavar tu propia tumba. El último ejemplo de esto ha sido Oleg Kashin, periodista que trabaja para el diario Kommersant. Kashin tenía como misión principal escribir reportajes sobre los grupos juveniles, sobre la polémica en torno a la tala del bosque de Jimki y sobre política. Y ese ha sido el desencadenante para su actual situación.

Oleg Kashin, periodista que trabaja para el diario Kommersant.

El periodista fue asaltado por dos desconocidos cuando accedía a su domicilio. Según varios testigos presenciales los dos individuos esperaban al periodista delante de su vivienda con un ramo de flores que ocultaba su rostro cuando comenzaron a golpearlo ferozmente. La paliza que ha recibido ha sido tan brutal que actualmente ese encuentra en coma inducido. Tiene numerosas fracturas en todo el cuerpo y tuvo que ser intervenido de urgencia debido a los fuertes golpes recibidos en la cabeza. "Los agresores del periodista no le han robado nada, ni su dinero ni su móvil. El ataque está relacionado con la actividad profesional de Kashin", ha afirmado Mijaíl Mijailin, director del diario para el que trabaja Khasin.

La noticia ha sido de tal transcendencia que Dmitri Medvédev se ha visto obligado a abrir una investigación para que “los criminales sean hallados y castigados por este acto”, afirmó el presidente ruso. Ludmila Alexéyeva, que encabeza la ONG de derechos humanos Grupo Helsinki de Moscú, ha declarado, por su parte, que mientras en Rusia "intimiden y golpeen a los periodistas" no habrá "Estado democrático ni de derecho".

Oleg Kashin estaba investigando la tala del bosque de Jimki por donde pasará un tramo de la carretera de alta velocidad que unirá Moscú con San Petersburgo. Kanshin publicó una entrevista con un participante en el ataque al ayuntamiento de Jimki, organizado por grupos anarquistas y antifascistas. A raíz de esta publicación, la organización progubernamental Joven Guardia colgó en su página web un artículo titulado Los periodistas traidores deben ser castigados.

Allí calificaban de "enemigo" a Kashin por haber hecho esa entrevista, lo acusaban de desarrollar una "actividad periodística semiclandestina de sabotaje para pervertir a los lectores y desprestigiar a los órganos de poder" y acompañaban el artículo con una foto del reportero cruzada por una cuña en la que se leía: "Será castigado".

Joven Guardia ahora, sin embargo, ha salido en apoyo de Kashin y ha agregado en el artículo contra el periodista que una cosa es "la lucha política civilizada" y otra "la criminalidad pura y dura". "Esto es algo que todos deben comprender", concluye ahora Joven Guardia.

La primera víctima de la lucha en torno al bosque de Jimki fue, hace ya dos años, el director del diario Jímkinskaya Pravda, Mijaíl Béketov, a quien le tuvieron que amputar una pierna después de ser atacado por desconocidos. El último, el activista ecólogo Konstantín Fetísov, que recibió una golpiza con un bate de béisbol.