Por otro lado, el metabolismo proporciona una producción endógena de 350 ml diarios de agua, por lo que se necesitaría una aportación exógena de 2150 ml para cubrir las pérdidas. Si la comida (principalmente frutas y vegetales) aportan 500-900 ml diarios de agua, esto significa que para cubrir las pérdidas hemos de ingerir diariamente un mínimo de 1250-1650 ml de agua.
Si se toma agua embotellada, deberiamos de tener en cuenta a efectos de nuestra salud que no se sobrepasen los niveles máximos recomendados. Sodio (Na) 20 mg. por litro Potasio (K) 10 mg. por litroSulfatos (SO4) 25 mg. por litroNitratos (NO3) 10 mg. por litroFlúor (F) 1.5 mg. por litro.
El agua embotellada, según su tamaño y procedencia, cuesta tres o cuatro veces más que la gasolina.
Los precios del agua van aumentando enormemente, a medida que disminuye el tamaño del envase y el grado de exotismo.
El agua embotellada es un auténtico BOOM (en España ha aumentado un 67% en la última década). Los formatos más vendidos son las de litro y medio y las de medio litro. El precio medio es de unos 0,5 euros/ medio litro. Es decir, unos 2.000 euros el metro cúbico. La misma cantidad para uso agrícola, 0,001 euros. La que fluye del grifo en Madrid, un euro el metro cúbico aproximadamente.
En otras palabras, por lo que vale medio litro en botella obtenemos 1.000 litros de agua corriente. ¿Nos hemos vuelto locos?
La OCU analizó 32 aguas minerales naturales envasadas , con y sin gas, con el objetivo de comparar su calidad, su etiquetado y su precio. Y la principal conclusión es que, a pesar de su publicidad, no tienen efectos preventivos ni curativos sobre ninguna enfermedad; aunque en algunos casos pueden aliviar determinadas molestias si se consumen de manera habitual.
La mayoría de la gente compra agua mineral porque piensan que contiene menos impurezas que los suministros municipales, pero algunos estudios han demostrado que hay casos donde los niveles de pureza del agua es similar a la del suministro municipal. ¿Es que el agua de Madrid, o de España en general, es mala? ¿O estamos ante otra moda exótica y chic propia de tiempos de potentada estupidez?
¿Agua del grifo?… mejor en Madrid.
Según varios especialistas, el agua de Madrid tiene una calidad muy alta con respecto a otras ciudades españolas. Sin embargo, el agua que consumen los madrileños tiene un alto contenido en cloro aunque no supone ningún problema para su consumo. Normalmente todas las aguas potables que consumimos directamente del grifo contienen cloro. Sin embargo, esto no evita su consumo. Lo que debemos hacer al llenar una jarra o vaso de agua, es dejarlo reposar durante unos segundos y el cloro se evaporará fácilmente
El H2O de lujo, el colmo de la estupidez y el triunfo del marketing
Cada vez son más los restaurantes, bares y tiendas de alimentación que ofrecen a sus clientes botellines que encierran lluvia de Tasmania o líquido de un manantial de Canadá, que pueden alcanzar los 70 euros en el mercado.
Una de las más conocidas de estas marcas es “Bling“, una agua embotellada cuyo precio puede alcanzar los 450 dólares por botella, “Cloud Juice”, proveniente del agua de lluvia de Tasmania, o “Fiji” cuyas propiedades dicen que son fabulosas para lucir una piel y un pelo de ensueño y que cuenta entre sus más fanaticos bebedores a Cameron Díaz y Tom Cruise. Ahí va un video que explica este fenómeno.
Aguas de diseño = venta de humo con un buen packaging
Estas aguas no tienen ninguna base científica que ofrezca un valor añadido diferencial a las aguas convencionales embotelladas. Alrededor de este nuevo negocio, florecen otros como “catas de aguas de diseño” , osea, marketing añadido a algo sin valor diferencial para la salud. Es como vender humo en un frasco bonito de cristal.
El sentido común aflora en algunos sitios
Menos mal que hay gente que utiliza el sentido común. Varios restaurantes de lujo de California han reemplazado el agua embotellada por agua común del grifo. En Italia, la revista Altreconomia ha elaborado una lista, colgada en Internet, de casi 2.000 restaurantes que se han sumado a la campaña del agua en jarra para que cada uno sacie su sed cuanto quiera.Por su parte, la OCU reivindica el uso de la jarra de agua en los restaurantes. Será gratis. O casi: recuerda, 1.000 litros al módico precio de un euro. Y sin tener que pensar en qué hacer luego con el envase. Que por cierto, no he tocado esta parte por no extenderme más en este post, pero la repercusión ecológica del envase sería temática para otro post.