Fruta alta en carbohidratos, lo cual es poco común al tratarse de una fruta. Originario de Centroamérica, los aztecas y mayas lo consumían en su dieta diaria y creían que poseía un efecto afrodisíaco, de allí su nombre “ahuacatl” el cual es un término azteca que significa testículo.
El aguacate es rico en grasas vegetales insaturadas las cuales ayudan al corazón ya que no aporta colesterol y ayuda a disminuir la absorción del colesterol de otros alimentos que si lo tiene, cuando se combinan. Además el aguacate tiene manoheptulosa, la cual ayuda a disminuir la concentración de azúcar en sangre, lo cual es beneficioso para los diabéticos y para personas que sufren de obesidad ya que disminuye los niveles de insulina.
Los altos contenidos de vitaminas, sobretodo de vitaminas de tipo B ayudan al sistema inmune y nervioso, además es rico en magnesio, potasio, hierro y fósforo. Al combinarlo con algún alimento con vitamina C como el limón aumenta la absorción de su contenido de hierro. Otro de sus beneficios es que funciona como acelerador nutritivo, ya que permite absorber nutrientes en forma de grasa soluble como alfa y beta carotenos, luteína, vitaminas A, D, K y E cuando se combina con otros alimentos.
También ayuda a la formación de colágeno para mantener la piel saludable y retrasar el proceso de envejecimiento con ayuda de la vitamina E que contiene. Además disminuye también la tensión nerviosa, ayuda a la depresión, favorece la digestión y protege al estómago de úlceras y gastritis.
Además todos disfrutamos de comer una porción de aguacate en las comidas, esa cremosidad y sabor es único, y no tienes que preocuparte de que engordarás ya que su grasa es vegetal e insaturada, lo importante es controlar las porciones, pero la quinta parte de un aguacate es recomendable para incluirla en tu dieta diaria.