Estamos viviendo un punto de inflexión; de hecho, diría una revolución en las disciplinas artísticas, especialmente las relacionadas con las artes visuales; es el comienzo de una nueva Era en la que los paradigmas actual es dejarán de ser válidos, en la que la realidad será cuestionada o modificada a través de realidades alternativas. Al momento, nadie puede todavía imaginar todas las repercusiones que esta revolución visual podría tener en diferentes sectores del Arte y más allá.
Llamo al resultado de esta revolución “AImagine” para subrayar que esta nueva forma de hacer Arte sigue estando fuertemente relacionada con la imaginación; AImagine hace además referencia al concepto de “Imágenes Generadas a través de Inteligencia Artificial (IA), para subrayar la intencionalidad con la que se deben crear estas imágenes, usando la inteligencia artificial como una herramienta creativa y no simplemente dejando que la Inteligencia Artificial genere imágenes para nosotros.
Para conocer más del fascinante asunto, os invito a leer el artículo que he escrito para la plataforma Dodho. Allí, pongo en contesto esta revolución dentro de la Comunidad de inteligencia artificial; explico porque las creaciones hechas con un motor de inteligencia artificial no son un plagio de nada; presento el debate muy actual sobre este asunto que se tambalea entre ética, sintaxis y envidia y finalmente intento explicar que es en mi opinión el K-Factor en el Arte.
Estamos en la era de la inteligencia artificial, y es necesario comprender cómo se puede usar y explotar esta nueva herramienta y no oponerse a ella; tenemos que abrir nuestra mente para comprender cómo utilizar estos elementos creativos sin dejarnos esclavizar por la banalidad sino enriqueciéndola con la imaginación. La inteligencia artificial no destruirá la creatividad, sino por el contrario, podría multiplicar las ideas acercando a las personas a su lado imaginativo.
“Todo lo que se puede imaginar, es real”:Pablo Picasso – os propongo un tour en mis AImagine(s)