Aislamiento acústico al ruido de impacto: suelos flotantes

Por Pmontes
La transmisión de ruidos de impactos por las estructuras y particiones de los edificios son una de las principales causas de insatisfacción por parte de los usuarios de los edificios.
El ruido de impacto tiene un origen de carácter impulsivo generándose como consecuencia del golpeo por algún objeto del acabado exterior del forjado. Todos los elementos constructivos conectados al forjado (pilares, tabiques...) se convierten en elementos transmisores de vibraciones y como consecuencia transmiten el ruido aéreo. Al ser resultar mucho mayor la propagación del sonido en los sólidos que en el aire, éste se puede transmitir a muy largas distancias con muy escaso amortiguamiento.

La mejor solución para eliminar la transmisión de este tipo de ruidos es actuar sobre ellos en el origen ya sea por medio de revestimintos amortiguantes o por el empleo de suelos flotantes.
En este post desarrollaremos las recomendaciones a tener en cuenta en el diseño y ejecución de los suelos flotantes.
Un suelo flotante consiste en un material aislante al ruido de impactos sobre el que se dispone una capa rígida. Este conjunto tiene el efecto de provocar una discontinuidad perpendicular a la dirección de recorrido de las ondas de vibración.
En cuanto a los materiales aislantes suelen ser materiales elásticos y flexibles empleándose lanas minerales, poliestireno reticulado o expandido, polietileno expandido elastificado, etc.
Como capa rígida puede emplearse sistemas con una capa rígida de mortero de 40 a 50 mm de espesor, láminas de yeso laminado en las denominadas soleras secas o láminas de madera en las denominadas tarimas flotantes. En la siguiente tabla se muestran detalles de los tipos de solera indicados:

En cuanto a las recomendaciones en la ejecución se deben tener en cuenta los siguientes puntos:
SUELOS FLOTANTES DE MORTERO DE CEMENTO
En caso de emplearse láminas antiimpacto de lana mineral, poliestireno elastificado, EEPS y láminas multicapa:
  1. Los suelos flotantes se deben ejecutar una vez finalizadas las particiones verticales entre unidades de uso diferentes.
  2. La superficie del forjado debe encontrarse completamente limpia y seca. Para ello se barrerá el forjado eliminando restos de obra yde forma que no haya imperfecciones significativas que puedan dañar el material aislante al ruido de impacto.
  3. En caso de haber huecos en el forjado estos deben rellenarse con mortero pobre o arena.
  4. Se debe colocar un zócalo de material aislante hasta 5 cm por encima de la solera que esté previsto instalar. Se colocará también en pilares y tuberías. 
  5. Se colocará el material aislante al ruido de impacto cubriendo toda la superficie del recinto.
  6. Se empleará un film impermeabilizante con el fin de evitar el contacto directo entre el mortero y la lámina de material aislante. Este film es imprescindible si el material es poroso o no se han sellado sus juntas.
  7. Se colocará un mallazo de reparto para evitar dañar la lámina anti-impacto y si estuvieran previstos los tubos de instalaciones.
  8. Se verterá el mortero de cemento hasta que llegue en contacto con los cerramientos verticales perimetrales. Los conductos que vyan sobre el suelo se cubrirán de material elástico para evitar su contacto con el forjado.
  9. Una vez seca la solera se cortará el zócalo de material impermeabilizante y el material aislante.
  10. Se cubrirá toda la superficie con el material de acabado final sin llegar a tocar los cerramientos verticales.
  11. El rodapié no debe conectar el suelo y la partición para ello se colocará en su base un sellado de material elástico.
En caso de emplearse láminas antiimpacto de poliestireno expandido (PE):
  1. Los suelos flotantes se deben ejecutar una vez finalizadas las particiones verticales entre unidades de uso diferentes.
  2. La superficie del forjado debe encontrarse completamente limpia y seca. Para ello se barrerá el forjado eliminando restos de obra yde forma que no haya imperfecciones significativas que puedan dañar el material aislante al ruido de impacto. Especialmente cuando se empleen láminas de poco espesor.
  3. En caso de haber huecos en el forjado estos deben rellenarse con mortero pobre o arena.
  4. Se debe colocar un zócalo de material aislante hasta 5 cm por encima de la solera que esté previsto instalar. Se colocará también en pilares y tuberías.
  5. Se colocará el material aislante al ruido de impacto cubriendo toda la superficie del recinto.
  6. Se colocará un mallazo de reparto para evitar dañar la lámina anti-impacto y si estuvieran previstos los tubos de instalaciones.
  7. Se verterá el mortero de cemento hasta que llegue en contacto con los cerramientos verticales perimetrales. Los conductos que vayan sobre el suelo se cubrirán de material elástico para evitar su contacto con el forjado.
  8. Una vez seca la solera se cortará el zócalo de material aislante.
  9. Se cubrirá toda la superficie con el material de acabado final sin llegar a tocar los cerramientos verticales.
  10. El rodapié no debe conectar el suelo y la partición para ello se colocará en su base un sellado de material elástico.
Los fabricantes de láminas antiimpacto recomiendan el empleo de espesores de mortero de 40 a 50 mm con el fin de que éstas se encuentren suficientemente comprimidas, además se evita la fisuración de la misma y el levantamiento de las baldosas. Con este objetivo es recomendable también el empleo de mallazos de reparto de cargas.