Terminó el año 2019, una etapa más de éste libro de bitácoras que denomino “Mi Cocina” y comienza hoy una nueva aventura en el blog, un nuevo año que se me presenta lleno de retos, de metas por conseguir, de ilusión por seguir aprendiendo y compartiendo con quienes siguen mi blog.
Echo la vista atrás a estos últimos meses y pienso: ¿Es posible? ¿Me ha ocurrido a mi? ¿Lo he vivido? ¿ha sido un sueño maravilloso?. Sólo de recordar cuanto bueno me ha sucedido en éstos últimos doce meses me llega a dar vértigo, un cúmulo maravilloso de emociones vividas gracias al blog, a “Mi Cocina Carmen Rosa” .
Tales como fue el escribir “Recetario Marengo”, que como Vds. saben se presentó pasado día 19 de Julio; ése “mi” Cuaderno del Rebalaje, ésas 48 páginas que recopilan no muchas recetas marengas, platos de cuchara y principales (por ser sólo 48 las páginas máximas que pueden publicar e imprimir cada cuaderno que tan bien realizan la asociación cultural amigos de la jábega), también un poco de historia de ése lugar donde nací y de mis mayores, gente de la mar, marengos de El Palo. Un trabajo que me ha aportado muchísimas satisfacciones como ser humano, como malagueña y como ama de casa que publica un blog, que disfruta compartiendo ésa parte de la cultura popular que es la cocina malagueña, la de la gente de la mar.
Ilusionada al máximo por seguir éste año en las ondas radiofónicas, en Cadena SER, “La Cocina de Toñi Sánchez en la SER” con mi admirada Isabel Ladrón de Guevara.
Llego a la conlcusión única y exclusivamente de que si escribo éste blog, es gracias a Vds. y que estaba predestinada para decirles: Mi Cocina es “Vuestra Cocina”. Así que de corazón: Gracias, muchísimas gracias.
Y comenzar el 2020 por ésta cocina virtual ¿ qué mejor que compartiendo una nueva receta? Un plato con el que he disfrutado en éstas fechas tan especiales, un ajo blanco al que le he añadido leche de coco rememorando los sabores caribeños, hindúes y thailandeses que tanto han influido en mi vida no sólo a nivel gastronómico y también personal, que le aporta al ajo blanco malagueño una untuosidad y aroma especial encajando a la perfección con unas gambas de Málaga crudas, deliciosas que previamente se maceran en zumo de limones del Valle del Guadalhore y un gran aceite de oliva virgen extra de Ronda.
30 grms. de almendras crudas (ya peladas), 2 rebanadas de pan, 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, un vaso pequeño de leche de coco, medio vaso pequeño de agua, un diente de ajo blanco pequeño y sal.
INGREDIENTES PARA LAS GAMBAS MACERADAS:
150 GRMS. DE GAMB AS DE MALAGA (ya peladas, sin piel ni cabezas), una cucharada pequeña de mostaza a la antigua, dos cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, tres cucharadas soperas de zumo de limón, sal y pimienta negra recién molida.
PARA DECORAR:
Un ajo negro, una ramita de tomillo y aceite de oliva virgen extra.
LOS PASOS A SEGUIR:
En un cuenco echar las gambas a las que previamente se les ha quitado las cabezas, la piel y cuidadosamente retirado el intestino. Incorporar el zumo de limón, la mostaza, el aceite de oliva virgen extra y salpimentar.
Pelar el ajo negro y cortarlo en trozos pequeños.
Colocar las gambas en el centro del plato de forma que quede una especie de “montañas” de gambas, incorporar alrededor de las gambas el ajo blanco de coco, colocar sobre el ajo blanco, repartidos sobre la crema los trozos de coco. Sobre las gambas una ramita de tomillo fresco y un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra.