Las hojas y las flores de mango se utilizan en la India para decorar las puertas durante las celebraciones de bodas, cuando hay un nacimiento (símbolo de fertilidad y amor) y otras fiestas de carácter religioso.
Hacia el siglo XVI era ya un símbolo de estatus en India. El cultivo de este fruto era un privilegio de los rajás y nababs. Uno de ellos, Akbar, plantó un huerto con cien mil mangos. La leyenda dice que Buda encontró inspiración y paz sentado bajo un huerto de mangos que le habían regalado.
De hecho las distintas religiones en India plasman en varias representaciones la presencia milenaria del mango en su cultura, como por ejemplo el Dios Ganesha, con cabeza de elefante que sostiene en sus manos varios mangos.
China fue el primer país que expandió el cultivo del mango a su propio territorio, siendo actualmente uno de los principales productores de este fruto, junto con la India.
En el siglo XVII, los colonizadores portugueses llevaron este cultivo a África y luego a Brasil, desde donde se extendió a todas las tierras con clima apropiado para su producción, como México, Hawai y Estados Unidos. Otros países productores de mango son, Filipinas, Sudáfrica, Kenia, Pakistán,Tailandia y por supuesto España, concretamente Málaga es uno de los principales productores y el principal de Europa.
Volviendo a sus orígenes, a India y concretamente leyendo parte de la obra de la viajera budista Alexandra David Neel, la primera mujer occidental que llegó a Lhasa, en Nepal, me encuentro con una interesante cita sobre una dama cuyas relaciones con Buda la llevaron a ser monja luego de ser prostituta: Armbapali, o Ambapali, Āmrapālī, también conocida como "Ambapālika", Ambika, "Ambapali", o "Amra" como diosa que representa el mango.
Ésta diosa es representada ofreciendo mango a Buda quien medita y descansa bajo un árbol de mangos. De hecho los budistas consideran que el árbol que produce esta deliciosa fruta es sagrado.
No hay que olvidar que en la India existen por lo menos un millar de variedades de mango como el Alphonso, Banganpalli, Kesar, Chaunsa, Malika, Langda, Dasheri y Bombay Buddhia). Llegando a pesar algunos de ellos más de 3 kgms.
En Málaga, concretamente en La Axarquia malagueña, aunque existen numerosas variedades de mango, tengo entendido que se cultivan fundamentalmente cinco: Osteen, Tohmmy Atkins, Sensation, Kent y Keith.
Uno de los principales agricultores sus orígenes hindúes hacen de su maravillosa finca, "Amar-Vida", un lugar mágico, cuidada y mimada desde hace más de 40 años una de las primeras que cultivaron mangos, traídos directamente desde India. Hoy en día producen unos mangos exquisitos, con el sabor que da la tierra, el sol y la mar de ésta tierra bendecida que es Málaga.
Mangos malagueños cien por cien, que se distingue por su sabor, su aroma, su textura, fruta de cercanía, de km O, que no lleva en su piel miles de kilómetros, que sé que han sido mimados por las manos expertas de los agricultores de La Axarquia , con cariño y pasión por el trabajo bien hecho.
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
Un mango mediano, 12 almendras marconas crudas (sin piel), medio ajo (retirando la raíz central, una rebanada de pan, dos cucharadas soperas de vinagre de vino, sal, medio vaso pequeño de aceite de oliva virgen extra, medio vaso pequeño de agua, 100 grms. de gambas blancas, una hoja de laurel y cilantro fresco.
LOS PASOS A SEGUIR:
Pelar el mango y cortarlo en trozos cuadrados pequeños. Reservar la mitad para decorar el plato.
Retirar del fuego, pelarlas y reservarlas.
“El mango, más mango…..” es el mango de La Axarquia malagueña. Consuma productos nacionales, consuma mangos de Málaga.