El ajoblanco es una sopa fría de verano, que además de ser muy refrescante, tiene muchas de propiedades beneficiosas para la salud.
Gracias a las almendras y aceite de oliva virgen extra, esta sopa aporta al organismo una cantidad considerable de ácidos grasos esenciales Omega 6, Omega 9 y antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres o toxinas del organismo.
Su preparación es muy sencilla y su sabor es exquisito. A pesar de que hay diferentes versiones de la receta, mi favorita es la que detallo a continuación, con un poquito de Shiitake, una seta deshidratada conocida por sus múltiples propiedades y beneficios. Además de ayudar a mejorar el funcionamiento del hígado y a proteger el sistema inmunológico, el Shiitake facilita la eliminación de grasa y líquidos acumulados.
Pero volvamos a la receta principal:
AJOBLANCO CON SHIITAKE
Ingredientes: 250 gr de miga de pan mojada 100 gr de almendras crudas y peladas 2 dientes de ajo pelados ½ litro de agua fría 1 vaso de aceite de oliva1 chorrito de vinagre de MSal Maldón Picatostes de pan Setas Shiitake (pueden ser deshidratadas) Preparación: Se tritura con una batidora las almendras, los ajos y un poco de sal. Se añade a la mezcla, la miga de pan humedecida en agua y batimos otra vez hasta obtener una pasta homogénea. Seguidamente vamos agregando el aceite poco a poco, como si fuera una mayonesa, el vinagre y el agua, siempre batiendo con suavidad para que quede ligado. Lo pasamos todo por un colador chino y lo ponemos a enfriar en el frigorífico durante unas dos horas (como mínimo).Para los más arriesgados, os animo a que le pongáis una bolita pequeña del tamaño de una nuez, de sorbete o helado de piña, (a poder ser casero) y un poco de cebollino picado. La combinación dulce-salado está deliciosa!!!!
¿Y vosotros? ¿Habéis probado alguna vez el ajoblanco? ¿Cómo lo preparáis? ¿Tenéis algún truco especial que queráis compartir conmigo? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!