Muchos lectores la siguen considerando como thriller psicológico, pero lo cierto es que, desde hace un tiempo, se creó un subgénero llamado domestic noir, en el cual, se clasifican historias en la que sus protagonistas son personas comunes, dentro de un ambiente familiar, en la que no tiene cabida las investigaciones policiales, ni fantásticos misterios, historias más reales, más parecidas a las nuestras.
Al cerrar la puerta es un buen ejemplo del género domestic noir. Este continúa siendo el género que más libros vende dentro de los Estados Unidos e Inglaterra. Hasta el momento, Al cerrar la puerta se considera un fenómeno mundial, luego de haberse traducido en más de 30 idiomas y conseguir casi 1 millón de ejemplares vendidos.
Aunque la lectura sea ágil y rápida, no es un libro agradable de leer y esto se debe a que, la historia es capaz de despertar miedo, angustia y tensión. Nada es como parece, puede parecer todo muy predecible, pero esto no hacer perder el interés por saber qué sucederá y cómo evolucionará la trama.
Aunque los protagonistas son Jack y Grace, el personaje de la hermana de Grace, quien es discapacitada y necesita del cuidado de su hermana, es determinante. Un personaje con mucha fuerza que puede atraparnos durante todo el transcurso de la historia.
Al final de la lectura, aunque en esta oportunidad se centra en la realidad que vive la esposa, nos invita a reflexionar sobre cuánto y cómo muchas personas sufren dentro de su silencio de sus matrimonios, algo que no debería pasar ningún ser humano, cuando entendemos que buscamos formar un hogar para ser felices y no por lo contrario.
¿Quién no conoce a una pareja como Jack y Grace? Él, guapo y rico; ella, encantadora y elegante. Él, un esforzado profesional de la abogacía que jamás ha perdido un caso; ella, un ama de casa intachable, excelente jardinera y cocinera, entregada al cuidado de su hermana discapacitada. Aunque llevan poco tiempo casados, lo tienen todo. Por más que uno se resista, siempre caen bien. La paz y la comodidad de su hogar, y la exquisitez de las cenas que organizan, cautivan sin remedio. Apetece intimar con Grace, pero no es fácil… Jack y Grace son inseparables. Para algunos, es amor verdadero. Otros no entienden por qué Grace nunca coge el teléfono. ¿Cómo es que no sale ni a tomar café, si no trabaja? ¿Cómo puede estar tan delgada con las delicias que cocina? ¿Cómo sale de casa sin nada en el bolso, ni un mísero bolígrafo? ¿Por qué razón los ventanales de la planta baja de su casa disponen de persianas blindadas? ¿Qué ocurre al cerrar la puerta, cuando la fiesta termina?