La Fundació Arranz-Bravo nace en 2009 con el objetivo de difundir el arte contemporáneo en l’Hospitalet de Llobregat, por un lado, recurriendo al fondo del pintor Eduard Arranz-Bravo, artista muy vinculado a la ciudad, y por otro, apostando por la creación joven. Y aunque en la actualidad se encuentre en una ubicación temporal (los almacenes de la fábrica textil de la Tecla Sala), el espacio aprueba con notable alto, apostando por la sencillez y permitiendo que las obras, en especial las de gran formato, brillen sin necesidad de artificios, como hemos podido comprobar en la muestra dedicada a Albert Arribas Forcada (Blanes, 1981).
Albert Arribas Forcada, “Composició Vital”
En ella encontramos a un artista al que se le podría aplicar fácilmente las etiquetas «joven» y «prometedor» si en las obras presentadas no se advirtieran notables señales de madurez creativa. Atrás queda una producción a medio camino entre la figuración explícita y expresionismo abstracto, unas creaciones que reúnen sus influencias más marcadas, plasmadas en el lienzo a través de una paleta vivaz y unos trazos que, por muy robustos que parezcan en ocasiones, resultan en todo momento dinámicos. Y aunque la sombra de un evidente paisajismo se pasea por lienzos como Austral y Austral Boreal, el conjunto se adentra en la abstracción en unas formas intrincadas que se asemejan a un denso tejido o al sinuoso baile del humo de la hoguera extinta. En ambos casos esconden los restos de una historia, una en la que las emociones llegan a través del color y su comportamiento, ya sea ascendiendo o expandiéndose por el lienzo.
Albert Arribas Forcada, Fortissimo
En este punto entra en juego la composición, una de las preocupaciones de Albert tal y como anuncian sus obras, con títulos de efectiva sencillez como Composición vital, Composición ambigua o The great composition. La composición como pilar fundamental de unas obras que podrán visitarse en la Fundació Arranz-Bravo hasta el próximo 29 de abril.