Entrar en el universo de Albert Pinya es introducirse en una realidad pop que no deja indiferente, que divide al público entre los que adoran sus obras y aquellos con problemas para vincularse con un, por ejemplo, cerdo patinador envuelto en símbolos. Naturalmente, siempre hay algo más, o no sería uno de los imprescindibles del arte balear contemporáneo ni sus obras habrían recorrido las principales salas de las islas o visitado relevantes espacios como el Palazzo delle Stelline en Milán. Ahora, inaugurando exposición y ciudad, Albert Pinya llega a la sede madrileña de la Galería Alegría con “Tácticas de contraataque” y nos recuerda que hay una sociedad ahí fuera que requiere de héroes que la despierten del sopor en el que la han sumido las presentes políticas sociales y económicas. No es una muestra crítica ni reivindicativa, sino un ejercicio íntimo con el visitante, al que se le pide que disfrute de los motivos y energías que sostienen las obras: esos héroes y villanos de rostros coloristas, enmarcados en lo naif, componiendo un catálogo de obras que incluyen dibujos, pintura y destellos escultóricos que estarán presentes en la Galería Alegría hasta el próximo 7 de julio.
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