Albondigas de rape y gambas.

Por Unpadrecocinillas
Para este fin de semana os propongo un plato con muchas opciones, unas albóndigas de pescado con marisco. Yo las prepare con rape y gambón, pero se pueden preparar con el pescado y el marisco que más os guste o el que tengáis por casa.

Me encanta cocinar de todo, pero quizás con lo que más disfruto, es cocinando las cosas que me entran por los ojos mientras hago la compra y eso pasó ayer. Al pasar por la pescadería vi que tenían una oferta de rape, que era irresistible y una vez dentro vi también a muy buen precio los gambó es y la receta vino a la cabeza.
"Quitarle" la forma al pescado es un buen truco para que los enanos no protesten, pero es verdad que esta no es la receta ideal, si de verdad no les gusta el pescado, porque es puro sabor a pescado.
INGREDIENTES.
1kg de Rape o del pescado sin espinas que queráis.500 gr de gambon. Caldo.Un vaso de leche. 2 rebanadas de pan.4 patatas medianas.  Cebollino. Sal. Aceite de Oliva Virgen Extra.Un poco de eneldo seco. Azafrán. 
ELABORACIÓN. 
Limpiamos los gambones y las cascaras y las cabezas las ponemos en una cazuela con un poco de aceite de oliva y sal las sofreímos dejando que las cabezas suelten bien el jugo. Tras 10 minutos a fuego medio removiendo y estrujando las cabezas, cubrimos con agua y dejamos cocer a fuego medio.

Mientras, trituramos el pescado y cortamos a cuchillo en trocitos pequeños las gambas y mezclamos. Ponemos en remojo con leche la miga de un par de rebañadas de pan de molde. Picamos el cebollino y lo añadimos, mezclamos el pescado con la miga de pan escurrida, salamos y añadimos un poco de eneldo seco. 

Formamos las albóndigas, las pasamos por harina y las doramos en aceite de oliva y reservamos.

En el mismo aceite que el pescado pasamos las patatas en trozos y un par de minutos antes de retirarlas añadimos las hebras de azafrán y movemos bien. 

En una cazuela ponemos al fondo las patatas, encima las albóndigas y cubrimos con el caldo. Dejamos cocer durante unos 20 minutos a fuego medio-bajó y listas para disfrutar.  

Debían de estar ricas, porque los niños no nos han dejado ni probarlas. 

"Después subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso". San Marcos 3, 13