La receta de hoy llega de nuevo desde la hermosa tierra de Málaga, de la mano de mi admirada y querida Carmen Rosa. Ella es el alma de uno de mis blogs favoritos, un maravilloso y variado rincón gastronómico, desde donde diariamente difunde su pasión por la cocina compartiendo con nosotros suculentas recetas de todo tipo, incluidas las tradicionales y típicas de su tierra. Andaluza por los cuatro costados, esta mujer no solo posee el arte del buen hacer en la cocina, (cocina ante todo muy malagueña, como ella bien dice), sino que también es capaz de trasportarte a otros lugares, a otros países y a su gastronomía, a través de las maravillosas introducciones con las que nos agasaja al comienzo de cada nueva entrada. Con una cocina mediterránea, fresca, llena de sabores, colores, aromas, y sobre todo muy familiar, siempre es un éxito asegurado cualquier receta que te lleves de su cocina, a la tuya. Eso mismo ha pasado con estas albóndigas, el día que las preparé en casa triunfé con ellas de forma unánime. Si ya son sencillas de preparar, más sencillo resulta comérselas luego. Eso si, preparar pan para esta salsa, porque es realmente espectacular.
Ingredientes:
- 1 kg de carne picada (mezcla de ternera y de cerdo). - 1 cebolla + cuarta parte de otra. - Harina. - 1 vaso de leche. - 1 vaso de caldo de pollo. - 1 vaso de vino blanco (yo Albariño). - 3 huevos. - Un puñado de almendras. - Ajo. - Perejil picado. - Pan - Aceite de oliva.
Preparación:
- En un bol mezclamos las carnes, los ajos y un trozo de cebolla muy picaditos, un vaso de leche, dos huevos, sal al gusto, perejil picado y una rebanada de pan (en mi caso de molde, si la masa queda algo suelta, añadimos otra). - Mezclamos todo amasando con las manos, procurando que quede homogénea. - Hacemos las albóndigas tomando porciones de la masa, y dándoles forma redonda para pasarlas luego por harina. - Freímos en aceite de oliva hasta que estén doraditas. - Las colocamos sobre papel absorvente para que suelten el aceite sobrante y reservamos. - En una sartén echamos un chorrito de aceite y rehogamos la cebolla entera picada, hasta que esté blanda y transparente. - Cocemos un huevo y reservamos la yema. - En una sartén con 5- 6 cucharadas de aceite, freímos dos dientes de ajo pelados y enteros sin que se lleguen a quemar. - Retiramos los ajos y añadimos el puñado de almendras, con mucho cuidado de que tampoco se quemen pues amargarían la salsa. Retiramos también y reservamos con los ajos. - En ese mismo aceite, freír una rebanada de pan. - Echar las almendras, los ajos, la yema de huevo, el pan, la cebolla, el vino blanco y el caldo de pollo, y batir hasta obtener una mezcla homogénea. Salar al gusto. - Verter la salsa en la olla con las albóndigas, y llevar a ebullición, dejándolo cocer a fuego suave durante unos minutos, hasta conseguir la consistencia deseada. Si la salsa os gusta suelta, solo tenéis que agregar más caldo de pollo y listo.
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