Texto original escrito por Ana. Sígueme en Twitter.
Dos de los propósitos de año nuevo más populares están relacionados con la salud: bajar de peso y hacer ejercicio.
Sigue estos consejos para que este año sea la última vez que vuelvas a ponerlos en tu lista de propósitos.
Que tus metas sean específicas, medibles y realistas
Que no sean vagas o muy generales como: “quiero bajar de peso”, mejor:
Específicas: quiero bajar 10 kilos
Medibles: quiero bajar 10 kilos en 4 meses
Realistas: pregúntate si realmente estás dispuesto a hacer lo necesario para alcanzar esa meta en ese tiempo.
Otro ejemplo: en vez de decir: “quiero hacer ejercicio”, mejor: Haré una rutina completa de ejercicio de una hora tres veces a la semana después de la oficina.
Encuentra una motivación profunda para cambiar
Antes de empezar a ver gimnasios y pensar en dietas, lo más importante es reflexionar: ¿Por qué tomaría este reto? ¿Qué me motivaría e impulsaría para invertir tiempo y esfuerzo en convertirme en una persona más sana?
El motivo es una razón muy personal, pero si no lo descubres, es muy probable que, si comienzas, pierdas interés y te rindas.
Solo “el que comprende el beneficio, realiza el esfuerzo y lo convierte en entusiasmo.” – Alfonso Ruiz Soto.
Empieza gradualmente
Es normal que con el entusiasmo inicial queramos cambiar todo de un jalón, pero esto nos lleva a desanimarnos rápidamente al no obtener los resultados esperados, a lastimarnos o sentirnos abrumados por tantos cambios.
Empieza poco a poco, en las pequeñas decisiones diarias está la clave.
Date tiempo
Como en toda nueva actividad, aprender a comer sano o adaptarse a una rutina de ejercicio, que solamente con una razón profunda podrá superarse y más importante, ¡disfrutarse!
Muchas personas quieren cambios inmediatos y eso no es posible. Date tiempo y descubrirás que los resultados están ahí y serán el motor para seguir adelante.
Diseña un plan de acción
Que no se queden en deseos, planea y ejecuta lo que quieres lograr.
Deja de estar a dieta, mejor aprende a comer bien
En el caso de la alimentación, quítate de la mente la idea de “estar a dieta” mejor concéntrate en aprender a comer sano, a no depender de nutriólogos, doctores, revistas o psicólogos que te digan qué comer y qué no. Infórmate y toma las riendas de tu salud. Las dietas no funcionan a largo plazo, el cambio de hábitos es lo que permanece.
Recuerda que “Lo que tú no hagas por ti, nadie lo puede hacer”
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