No hace mucho trabajábamos con un cliente a quién le rehabilitábamos su buhardilla de 30 metros, nos hablaba de madera en suelo y techo, de estanterías para sus libros, de un sillón, una mesa y, sobre todo, una buena alfombra.
Nani Markina comenzó en 1987 a desarrollar un concepto muy básico, “quería diseñar alfombras”. La investigación de materias primas y procesos de elaboración han permitido que sus diseños tanto en alfombras como en complementos, inteligentes y atrevidos, hayan dado la vuelta al mundo. Aunque os mostramos algunas fotos, no dejéis de entrar en la web y fijaros en la “Flying carpet”, el “Tomato”, o en la “pillow play” ( abajo )
KP alfombras, con 60.000 combinaciones diferentes en sus colecciones introducen como con “Callaté la boca” la diversión y luz en cualquier ambiente.