Algunos efectos secundarios no deseados del apagón nuclear

Por Jmmulet
Últimamente no hay cosa que mole más que ser antinuclear. A un político le da votos, a una organización ecologista militantes y a nivel personal igual hasta ligas más. El debate nuclear, como pasa en estos casos, arrastra muchos tópicos y muchas falsedades, y se toman decisiones sin considerar la evidencia científica. Pensar que hoy por hoy podemos cubrir todas las necesidades energéticas con la energía fotovoltaica o la eólica no deja de ser un chiste verde. El principal problema es que ninguna de estas dos energías pueden ajustarse a la demanda, por lo tanto sería inviable un sistema energético donde no habría forma de hacer frente a los picos y caidas de consumo para que el suministro fuera constante. Al margen que el balance energético no siempre es positivo, y el déficit hay que compensarlo con las energías fósiles. Angela Merkel habrá hecho feliz a mucha gente diciendo que Alemania va a cerrar sus nucleares, pero no ha dicho que la energía que le hará falta no saldrá de las renovables sino de las térmicas, que son muchísimo más contaminantes, incluso radioactivamente. Al quemar combustible fósil volatilizan los isótopos radiactivos que contienen, por lo qu ela cantidad de radiactividad en la atmósfera aumenta. Creo que una política energética y medioambiental a largo plazo pasa por cerrar primero todas las térmicas, y luego, en función de las alternativas tecnológicas, empezar a cerrar las nucleares. Nunca al revés, y mucho menos si estas decisiones se toman por puro populismo.
Las decisiones en caliente tienen el problema de no considerar las consecuencias. Si encima los que las toman son políticos o líderes de grupos de opinion,en función de los votos o popularidad que puedan obtener, apañados vamos. Por ejemplo, en todo el debate nuclear surgido a raíz de Fukushima no se ha tenido en cuenta que los isótopos radiactivos tienen un montón de aplicaciones en la vida diaria, aplicaciones que van a verse seriamente mermadas. La ventaja que tiene la radioactividad es el ser muy fácilmente medible y capaz de atravesar diferentes materiales. Por ejemplo: en industria pesada, la forma de ver si una cuba de metal fundido está llena o no es poniendo un isótopo radiactivo en un lado y un detector en el otro. Cuando se llene el metal bloqueará la radioactividad y saltará la alarma. También se utiliza en geología para medir corrientes de agua o trazar su recorrido. En biología hay cientos de aplicaciones en las que moléculas individuales se marcan con isótopos radiactivos, lo que te permite ver un montón de procesos que de otra forma no podrías.
Y llegamos a la medicina, que la salud nos importa a todos. Los isótopos radiactivos tienen muchísimas aplicaciones tanto para imagen médica y diagnóstico, como terapeútico. Cuento un ejemplo cercano. Hace poco a un familiar mío le diagnosticaron un tumor maligno en el ojo (concretamente un melanoma coroides). El tratamiento tradicional era extirpar el ojo. Por suerte ahora tenemos la braquiterapia (literalmente tratamiento por cercania, pero por cercanía de la radiación). Con una operación sencilla le colocaron dentro de la cuenca, pero en la parte externa del ojo, una placa de oro con un isótopo radiactivo (Iodo 125) para que le quemara el tumor, pero respetara el resto del ojo. Le tocó estar cinco días en semiaislamiento, por que claro, aquello irradia mucho. De hecho el primer día fui a hacerle compañía un rato y cuando llevaba media hora de charreta (generalmente, ella hablaba y yo escuchaba, me puse al día de toda la historia de mi familia, abarcando desde la actualidad hasta tres generaciones antes de mi nacimiento) la enfermera vino y empezó a regañarme por que no me había puesto el mandil de plomo y la tira para la tiroides. Contando que mi tía estuvo cinco días con la placa a escasos centimetros del cerebro, lo que pude irradiarme yo a dos metros de ella y durante una hora cada día, no será para tanto. Sinceramente, creo que mi salud corría más peligro por la fauna microbiológica que se adivinaba en el mandil de uso común y hospitalario, que por lo que puede irradiarme durante esos cinco días que fui a hacerle compañía a mi aburrida y setentona tía. Deciros que todavía es pronto para saber si el tumor ha muerto o continúa creciendo (los efectos se ven a los seis meses, más o menos), pero no le ha afectado la vista. Otro ejemplo de medicina nuclear: yo mismo me tuve que someter a una gammagrafía para lo cual me chutaron en vena 25 milicurios de tecnecio 99 metaestable. En el laboratario las dosis que fosforo 32 que manejamos son de 2,5 microcurios y trabajas como su tuvieras una bomba atómica en las manos, para luego ir al hospital y que te chuten 10.000 veces más radioactividad directamente en vena. Otra curiosidad de mi experiencia con la medicina nuclear es que para que se vaya fijando en los huesos te dicen que te esperes una hora, que bebas mucha agua y que vayas orinando... y claro, pacientes que si les pasas un geiger tienen más lucecitas que un arbol de navidad, suelen ir al bar de enfrente y es normal que allí realicen las primeras micciones....

Gammagrafia realizada con Tecnecio-99 metaestable (doi:10.4021/jocmr2010.05.364w)

Bueno, ya vale de contar mis batallitas isotópicas. Para que nos hagamos una idea, cada año se realizan 16 millones de gammagrafias en los Estados Unidos. Estas se realizan a partir de del molibdeno 99, que es un elemento secundario que se obtiene en las centrales nucleares. Ergo, si no hay centrales nucleares, no hay molibdeno 99, y si no hay molibdeno 99 no hay gammagrafias, con lo que perdemos una importantisima herramienta diagnóstica con aplicaciones en oncología y traumatología. Y como siempre critico en estos casos, se toman las decisiones sin considerar si los efectos son peores que los daños que pretenden evitar y sin tener en cuenta las consecuencias. Ya han sonado las primeras voces de alarma del posible déficit de radioisótopos que se avecina, principalmente de Mo-99. La situación pintaba mal hace unos años y no tiene visos de mejorar. La información sobre el déficit de radioisótopos así como la tabla que adjunto a continuación, está adaptada de aqui.


Isótopos en uso en medicina:
Actinio-225 decae en bismuto-213, Esta en investigación como terapia contra leucemia y otros tipos de cancer, asi como VIH.
Carbono-11: Útil en el diagnóstico de cancer y de alzheimer. También es un trazador común en farmacología.
Iodo-123 Utilizado para obtener imagenes del cerebro, riñón, corazón y tiroides; util para medir el riego sanguíneo cerebral y para el diagnóstico de enfermedades neurológicas. Otros isótopos radiactivos de Iodo tabién tienen numerosas aplicaciones, sin ir más lejos el I-125 que le aplicaron a mi tía.
Molibdeno-99 mencionado en el post, se utiliza para obtener, tecnecio-99 metaestable, que tienen numerosas aplicaciones. Este es el que más depende de los reactores nucleares.
Estroncio-82 se descompone en rubidio-82 se usa como método de imagen cardiaca para detectar fallos cardiacos de forma temprana, en PET y para trazar flujo sanguíneo. Puedo deciros que yo lo utilicé durante mi tesis doctoral para medir transporte de potasio (es un análogo). No se lo recomiendo a nadie, el Geiger iba loco aquellas semanas.
PD1: Un borrador de este post estuvo publicado desde la tarde del viernes hasta bien entrado el sábado. Son las cosas que pasan cuando aprietas el botón de "publicar" en vez del de "guardar" y te vas de fin de semana. Lamento las molestias.
PD2: siguen als entrevistas a propósito del libro. Esta vez en El Mundo. Y se demuestra la nula capacidad de autocrítica y escasa de raciocinio que tiene el mundillo de lo "ecológico" y "natural". Durante dos días he tenido una avalancha de insultos en los comentarios, lo que me ha llevado a moderarlos por primera vez desde que tengo el blog. No creo que el insulto forme parte del debate. Tampoco creo que en la entrevista diga nada especialmente original.
PD3: Los Productos Naturales ¡vaya timo! también hace las américas. Entrevista en Radio Mar del Plata, más comedido que últimamente.
PD4: y con este post participo en la VI edición del carnaval de química, que en esta edición se hospeda en casa de Argi (una investigadora en apuros). Compartir