Las comidas calientes deben tener un lugar prioritario en tu alimentación. Es necesario consumir diariamente alimentos que ayuden a mantener el calor corporal: infusiones de hierbas, caldos, sopas, guisos y cazuelas.
Los platos de cuchara son una excelente opción para incorporar gran variedad de vegetales, y por lo tanto de nutrientes, a tu alimentación. Deben incluir especialmente:
- Verduras de raiz (características de esta estación): zanahoria, nabo, boniato, papa, remolacha, ajo, puerro, rabanitos.
- Verduras anaranjadas, ricas en betacaroteno, como zapallo, calabaza, boniato o zanahoria. Una vez en el organismo el betacaroteno se transforma en vitamina A, la cual es necesaria para mantener en buen estado la piel y las mucosas.
- Leguminosas: lentejas, porotos, garbanzos. Son ricas en fibra, proteínas, hierro y vitaminas del complejo B. No pueden faltar en guisos, cazuelas y sopas. Recuerda combinarlas con arroz para obtener proteínas de excelente calidad.
También deben estar presentes en tu dieta invernal:
- Frutas cítricas.
Las naranjas y mandarinas son las fuentes más populares de vitamina C en esta época del año. Esta vitamina, presente en estos y otros cítricos, estimula el sistema inmunitario.
- Frutos secos (nueces, almendras, avellanas) en pequeñas cantidades para obtener grasas de excelente calidad, proteinas, minerales y antioxidantes (principalmente vitamina E).
- Hierbas y especias (jengibre, cardamomo, canela, hinojo y anís) para utilizar como ingredientes en diferentes comidas o para preparar infusiones.
Una alimentación equilibrada es la mejor estrategia para enfrentar el invierno y las enfermedades que lo acompañan. Y comer los alimentos propios de cada estación, preparados adecuadamente, es la mejor forma de estar en armonía con la naturaleza.
Otras estaciones:
Alimentación de otoño.
Alimentación de primavera.
Alimentación de verano.