Alimentos para el reflujo gástrico
El esófago es un tubo que transporta la comida desde la boca hasta el estómago. La enfermedad por reflujo gastroesofágico ocurre cuando un músculo al final del esófago no se cierra adecuadamente. Eso permite que el contenido del estómago regrese, o haga reflujo, hacia el esófago y lo irrite. El contenido de estómago es ácido y es esto lo que habitualmente irrita el esófago produciendo los molestos síntomas de este trastorno.
Entre los síntomas de este padecimiento se encuentran: la pirosis que es el síntoma más frecuente, pudiendo aparecer también regurgitación, dolor torácico o disfagia. La odinofagia, que es el dolor con la deglución, es un síntoma raro en esta enfermedad y si es importante se debe sospechar la existencia de una erosión o una úlcera esofágica. Este trastorno también puede ser asintomático en el menor de los casos.
El reflujo ácido no es nada agradable y es una de las razones principales que mantiene a muchas personas despiertas por la noche. Existen medicamentos para este padecimiento, pero también se puede consumir o evitar alimentos, que alivien los síntomas.
Se deben evitar: alcohol, chocolate, bebidas carbonatadas, mentas (pueden estar presente en la pasta dental), cítricos, tomates (incluyendo las salsas), comida picante, café (incluido el descafeinado), alimentos altos en grasa y lácteos donde la caseína que es una proteína de la leche y la lactosa pueden ocasionar problemas de digestión.
Dentro de los alimentos recomendados podemos encontrar: huevos: tibios, revueltos sin aceites ni picantes; carnes: pollo, de cordero, vaca y ternera pero suaves y sin grasas; pan y cereales: pan tostado o blanco, avena, harina de maíz o arroz; verduras: cocidas y blandas como papa, zanahoria, entre otras; postres: arroz con leche, flan y gelatina; bebidas: sin gas y no ácidas, no consumir alcohol y condimentos: poca sal y azúcar.