Una alimentación adecuada es el secreto para mantener nuestro cuerpo joven desde dentro y con efectos visibles por fuera.
La selección de una serie de alimentos determinados se reflejará tanto en nuestro aspecto físico, estado de ánimo e incluso en nuestra calidad de vida.
En esta ocasión vamos a centrarnos en las carnes, pescados, lácteos y huevos, que mejor nos ayudarán a conseguir ese estado de juventud. Envejecer es natural pero la aparición de sus signos de forma prematura puede prevenirse con una alimentación adecuada, además de practicar ejercicio y relajación , reírse, relacionarse con los demás disfrutar del aire puro y del sol, imprescindibles también.
La carne, el pescado, los lácteos y los huevos, son alimentos ricos en proteínas, cuyos beneficios son varios, pero cabe destacar la renovación ósea y muscular, y si añadimos que una alimentación rica en proteínas aporta las grasas saludables necesarias para mantener el corazón y el cerebro jóvenes, tenemos la combinación perfecta.
Cordero
La carne del cordero aporta energía y sus nutrientes refuerzan el sistema inmunológico.
Es rico en Zinc y Selenio, antioxidantes naturales, que fabrican enzimas en el hígado que constituyen nuestra primera barrera contra los radicales libres , que dañan y envejecen desde nuestra piel hasta los órganos internos.
Contiene Q-10, antioxidante que protege le corazón y aporta energía a todo el cuerpo y reduce la incidencia del alzhéimer, párkinson o gingivitis.
Un ración cubre un 60% de la proteínas recomendadas diariamente y además contiene vitamina B que aporta vitalidad a las células para sentirnos jóvenes por dentro y por fuera.
Contiene más grasas saturadas que la carne blanca, al ser carne roja pero no es necesario su ingesta habitual para beneficiarse de de sus características, sólo hay que eligir bien el corte (las chuletas son la parte más saludable)
Pollo de Corral
El introducir en nuestra alimentación proteínas densas como las de esta clase de carne, evita el envejecimiento prematuro a consecuencia del estrés.
El estrés absorbe proteínas de nuestro cuerpo para fabricar adrenalina, pero el incluir la carne de pollo de corral en nuestra dieta puede sustituirlas de modo que el cuerpo las absorba más fácilmente. Este tipo de carne también contiene Vitaminas del grupo B que mantiene nuestro nivel de energía y salud mental.
Las proteínas además, fabrican el colágeno que necesitamos para rejuvenecer el cabello, las uñas, la piel y los órganos internos y al contener ácido Hialurónico que retiene el agua en el colágeno para mantener nuestra piel firme y el cuerpo hidratado.
El selenio y el ácido glutámico que contiene, neutralizan los metales pesados que provocan el envejecimiento y garantizan la fuerza y nuestra capacidad para reaccionar, respectivamente.
Pavo
Es rico en triptófano, el aminoácido por el que nuestro cuerpo fabrica la seretonina, la hormona que regula el ciclo de sueño, el apetito y nuestro estado de ánimo. Es rico en proteínas y bajo en grasa y favorece al bienestar aportando además energía.
El hierro que contiene aporta mucha energía al producir las células que el cuerpo utiliza como “gasolina” y ayuda a los músculos a almacenar el oxígeno que nos rejuvenece.
Caballa
Este pescado contiene nutrientes que mantienen la mente despierta, los huesos y articulaciones ágiles y fuertes y la piel flexible. Contiene además ácidos grasos Omega-3 que previenen los daños en la vista propios del envejecimiento. Es una fuente de proteínas que raparan la piel y los huesos, tiene un alto contenido en vitamina B3 que mantiene nuestra mente despejada y previene la aparición del alzhéimer y las vitaminas A y D proporcionan el calcio a los huesos para que estén jóvenes y fuertes.
Similares características a las de la caballa, podemos encontrar en los boquerones, que combinan además los ácidos grasos omega-3 con proteínas rejuvenecedoras de alta calidad, o la trucha asalmonada, que además nos aporta nutrientes que protegen la vista, el cerebro y las articulaciones manteniéndolos a la vez en forma.
Yogur Griego
Contiene cultivos bacterianos que refuerzan nuestro sistema inmunológico manteniendo a la vez el sistema digestivo joven y fuerte. Contiene además menos azúcar y más proteínas que otros yogures y su consistencia más espesa sacia más, además de que su menor contenido en lactosa facilita su digestión. Su consumo habitual refuerza el sistema inmunológico y nuestra resistencia frente a las enfermedades.
Como ya sabemos el consumo de yogur reduce el colesterol malo (LDL), pero sólo el que NO está pasteurizado sube además el bueno (HDL). Aumenta también nuestra capacidad para quemar grasas = pérdida de peso, sobre todo en la zona de la cintura, ¡siendo una importante fuente de Vitamina B!” que previene la sequedad de la piel y el envejecimiento prematuro.
Queso de Cabra
Otro producto lácteo para mantenernos jóvenes es el queso de cabra, que contiene más calcio que el de vaca siendo de esta forma más adecuado para fortalecer los huesos y como fuente de proteínas rejuvenecedoras.
Huevos de Codorniz
Por último y para terminar con esta serie de alimentos, queremos hablaros de los huevos de codorniz, que en proporción contienen más nutrientes y proteínas que los de gallina, sustancias que reparan y renuevan la piel, los huesos y los músculos, esto es porque su yema es más grande en comparación. Contienen además luteína que nos ayuda a evitar el deterioro de partes grasas de nuestro cuerpo como el cerebro, el corazón, los ojos, el hígado y la piel.
Una curiosidad, la medicina tradicional china los utiliza desde hace siglos para combatir alergias que afectan al sistema inmunológico.
Si queréis recetes para cocinar y combinar estos alimentos, sólo tenéis que pedirlas.
Por último, os dejamos un enlace a nuestra sección de complementos alimenticios para aquellas personas que necesiten un refuerzo extra.