Almejas de malaga en salsa verde

Por Carmenrosa @MicocinaCR

Ni tan siquiera el haber nacido en Málaga o haber estado comprando toda la vida en los mercados o puestos de pescados de la provincia malagueña, muchísimo menos en las pescaderías de las grandes superficies, nos vale para saber o mejor dicho reconocer las almejas de nuestras costas, la famosa “almejas malagueñas” que nos dan pie para la deliciosa y reconocida receta tradicional…”almejas a la malagueña”.
Hay que haber estado muy vinculada a la mar, a su gente, a los marengos…a los marineros o bien ser observador al caminar por el rebalaje de nuestras costas, por la orillita de la mar, donde las olas y las mareas arrojan y depositan multitud de restos naturales, esqueletos y caparazones de animales marinos, erizos, cangrejos, huevos de tiburones y rayas, algas de diversos tipos y colores y entre ellas, pequeños bivalvos y las conchas de los moluscos que son oriundos de nuestra Bahia: currucos, conchas finas, peregrinas (vieiras), mejillones, navajas, coquinas, almejas…..
Hoy en día, bien debido a la demanda o quizás a la globalización ofrecen almejas (en multitud de ocasiones muy similares en forma, proveniente de Italia) de tamaño y forma similiar, pero de un gris triste y opaco, que nada tiene que ver con las de nuestra tierra….prioritariamente de color marrón claro, mezclado con grises incluso con rayas de color blanco.
Por supuesto, que lo importante no es el color y la forma, sino el sabor y la frescura, ahí es donde está el secreto de un buen plato de almejas….aquellas almejas que en Málaga era habitual abrirla sobra la marcha y tal cual, sin ningún aditivo, comerlas crudas. (Así era como le gustaba a mi madre).
¿Sabían que las almejas se alimentan de fitoplancton y de partículas en suspensión filtrando el agua del mar por sus sifones?
Al igual que otros animales marinos, como el pulpo o los calamares por ejemplo, las almejas no producen ningún tipo de sonido, no tienen oído, ni gusto….pobrecitas!!!! Se desplazan con el impulso que cogen al abrir y cerrar sus dos conchas.
Viven en fondos arenosos, enterradas a profundidades de hasta 30 cmts., soportando así los temporales y las marejales, incluso las corrientes marinas.¡¡ Por ello nunca las veo vivas cuando buceo !!
¿Y me he llegado a preguntar: como se reproducen? Máxime que son unisexuales. Pues bien fácil, expulsan sus células sexuales al mar, donde sr produce la fecundación y dando lugar a minúsculas larvas que se van modificando, a los diez o quince días caen al fondo, fijándose a él, a la arena hasta que tienen la capacidad de ir produciendo su concha y poder vivir enterradas…continuando el ciclo.
La etimología de la palabra almeja procede del griego, ese es el origen de la palabra, del greigo llegó al latín “Mytilus”, viene a significar “la parte comestible de una concha bivalva”.. más el articulo árabe “al”, forman el nombre, almeja, palabra con la que que hoy en día nombramos a los moluscos bivalvos marinos de conchas ovaladas.
En Cataluña a la almeja se le llaman cloïsa, en el País Vasco se le conoce como Txirla y en Galicia como ameixa, en Inglaterra como clam, en Francia las llaman palourdes y en Italia arsella o conchiglia y en Málaga….que arte y qué gracia hay en mi tierra, en Málaga “ Chupi-tira”….
En ésta ocasión las he preparado con una deliciosa salsa verde….


¿Cómo la hice?
Ingredientes para dos comensales:
Medio kilo de almejas (yo procuro comprar siempre malagueñas…las grises tristes no vienen a Mi cocina), dos dientes de ajo, el zumo de medio limón, medio vaso de vino blanco (suelo usar un fino Montilla-Moriles), una rama de perejil (solo las hojas) fresco, aceite de oliva virgen extra (a ser posible malagueño) y sal.
Los pasos a seguir:
Dejar las almejas en un cuenco cubiertas de agua con dos puñaditos de sal (que sepa a mar, así ellas creen que siguen en la mar y se abrirán para soltar la posible arena que puedan traer en su interior)…con una media hora es más que suficiente.
Si tienen que guardarla (incluso de un dia para otro) aconsejo que la envuelvan en una bolsa o rejilla muy, muy apretadas en el frigorífico…en la zona menos fría.
En un mortero echar un puñadito de sal, los dos dientes de ajo pelados y el perejil y machacar hasta obtener una pasta fina y homogénea.
Añadir el aceite y mezclar bien.
A continuación y por éste orden (primero el aceite) echar el zumo del limón y el vino, removiendo bien la mezcla de forma que quede bien mezclados todos los ingredientes.
Poner la sartén en el fuego, cuando esté caliente echar las almejas y la salsa…remover y llevar a ebullición.
Consejo: para que las almejas no se hagan demasiado y se seque su carne, conforme se vayan abriendo ir pasándolos al plato….una a una hasta que se abran todas, posteriormente echar la salsa por encima, bien caliente.
Servir enseguida….

¡¡ Buen provecho !!Y recuerden: disfruten de Málaga…