Hay que ser muy valiente para pedir ayuda, pero hay que ser muy valiente para aceptarla. Almudena Grandes
Sumergirnos en la lectura de Los besos en el pan, es sumergirnos en la realidad de la crisis vista desde muy diferentes perspectivas, desde personas solas, parejas o familias completas. Almudena nos cuenta cómo una familia vuelve de las vacaciones con un objetivo concreto, que su rutina no se vea alterada por nada. Pero también nos cuenta la historia de la soledad y la angustia de un recién divorciado. Aunque quizás la perspectiva que podamos señalar como más cercana, por las fechas en las que estamos, es la de la abuela con espíritu navideño que decide poner el árbol de Navidad antes de tiempo para animar a los más cercanos.
¿Por qué la importancia de los besos en el pan? Por los propios entresijos de los lazos más personales de sus protagonistas, de ahí que haya tantos espacios y tan variados. Desde lazos familiares que unen a tres generaciones de familiares, hasta lazos de amistad, relaciones laborales, o simplemente vecindad. Estos lazos y esta realidad de la crisis en la que nuestro país se ha visto envuelto, serán lo que hagan tener sentido a esta novela de Los besos en el pan.
Todos los contextos son válidos para una novela como la de Almudena Grandes, ya sea un bar, una oficina, un centro de salud o una peluquería. Podemos hablar de una novela coral, donde sin duda lo más inesperado será la solidaridad que se muestra entre todos, donde no faltarán momentos de rabia o de ternura.
¿Quizás esta novela se trate de nuestro propio reflejo durante la crisis? ¿El reflejo de una sociedad castigada económicamente? Los besos en el pan nos acercan a aquello que de alguna manera ya estamos dejando atrás.