ALMUERZO EN LA HIERBA-1865
ÓLEO SOBRE LIENZO.MUSEO DE ORSAY ,PARÍS
Bajo el patronazgo de Napoleón III se celebró en 1863 el Salón de refusés, una exposición de las pinturas que no habían sido consideradas lo bastante buenas para el Salón oficial de Paris.Sin embargo cuando el emperador entró en la sala montó en cólera, la causa del escándalo fue que la figura desnuda que está disfrutando relajadamente de su almuerzo era la representación naturalista de lo que podía ser una mujer de verdad, no la personificación alegórica del pecado o la lujuria, tampoco representaba a ningún ser mitológico.. La mujer representada era claramente moderna. Estaba en compañía de dos hombres que iban vestidos a la moda de la segunda mitad del siglo XIX. De hecho era el retrato de un grupo de figuras fácilmente identificables.Las críticas de la obra fueron demoledoras. La condena de la obra iba de la crítica mordaz a las risitas maliciosas a costa del pintor. Sólo el escritor Emile Zola y otros amigos de actitud abierta apoyaron a Manet, atreviéndose incluso a decir que era “una de las personalidades de la época” y “un hombre valiente que había dado a la exposición brillo, aliento intelectual y el atractivo de lo inesperadamente nuevo”.