Alonso sufrió un considerable accidente en Australia cuando chocó con la parte trasera del Haas de Esteban Gutiérrez, salió despedido dando tres vueltas de campana y acabó chocando contra el muro de la escapatoria de grava.
A pesar de que fue capaz de salir del monoplaza por su propio pie, Alonso se sometió a un escáner al regresar a España que reveló la presencia de un neumotórax.
El jueves en Bahréin, se comparó con un nuevo escaner y a pesar de que ha desaparecido el neumotórax, siguen estando presentes las fracturas en las costillas y por tanto los médicos han determinado que se corre un riesgo demasiado elevado.
"Me siento un poco decepcionado," comentó Alonso.
"Queremos competir. Somos pilotos competitivos. Nos encanta la competición y amamos este deporte. Cuando vienes [al circuito] y ni siquiera puedes probarlo es muy triste.
"Pero es comprensible. Respeto la decisión.
"He probado hasta el último momento de participar en la carrera, por lo menos intentar participar en los libres. En casa tuve varios días con mucho dolor. Pero contaba con soportar este dolor dentro del coche y así poder participar en la carrera.
"El dolor es soportable sino piensas en él demasiado.
"Los doctores creen que pueden haber otros riesgos. Es una gestión del riesgo que entiendo. Para minimizar al máximo es lo lógico. Me siento un poco triste pero es lo único que hay."
Alonso admite que no está todavía claro si podrá regresar en China.
"No está claro al 100%," dijo cuando se le presionó para que lo aclarara.
"Tendré que pasar otra prueba en 8 o 10 días [antes del Gran Premio de China]. Después de ese test la FIA lo volverá a evaluar. Lo primero de todo es la seguridad."