Tras rodar durante toda la pretemporada en el circuito catalán de Montmeló, Alonso destacaba lo positivo de haber cambiado de circuito, algo que siempre conlleva incógnitas por resolver. “Estoy contento de estar en el coche otra vez en un circuito diferente al de los test, que siempre es una prueba de fuego para el coche porque puedes estar en Barcelona muchos días rodando y tener un set-up perfecto, pero luego ir a otro circuito y sorprenderte, pero para nosotros la sorpresa ha sido positiva".
Respecto a los cambios introducidos este año, Alonso no cree que en realidad vaya a cambiar mucho el resultado final. El nuevo formato de clasificación es muy distinto, pero para Alonso “ya no hay margen de error en el primer intento, porque suena la campana y te quedas fuera, pero salvo eso, nada cambia”.
Tampoco cree Alonso que la nueva normativa de neumáticos vaya a cambiar demasiadas cosas, apuntando que “Pirelli te obliga a usar los más blandos en la Q3 y en carrera hay que utilizar uno de los que ellos designan. El margen es mínimo”, precisando además con cierta resignación que “han subido las presiones, con lo que la superficie de contacto disminuye y los coches van deslizando y son cada vez más lentos".