Amas de casa contra narcos

Por Antoniopampliega

Es tal el miedo que tienen los mexicanos a los narcos que las autoridades se las ven y se las desean para nombrar nuevos ‘sheriff’ en los pueblos más cercanos a Ciudad Juárez por temor a ser asesinados- ellos mismos o sus propias familias. El narco infunde temor y respeto y para presentarse a la vacante de Sheriff- siempre hay vacantes- o tienes que estar completamente loco, o tu vida te importa un pimiento o los tienes muy bien puestos y prefieres hacerles frente que vivir de rodillas toda tu vida y atemorizado por esta panda de matones de medio pelo.

Pues este ha sido el caso de dos mujeres mexicanas que han decidido dejar sus labores como Amas de Casa para convertirse en Sheriff de sus respectivas comunidades. Verónica Ríos Ontiveros- de 43 años y con cinco hijos- y Olga Herrera Castillo- de 36 y madre de tres niños- han sido designadas para dirigir las comisarias de El Vergel y de Villa de Luz (respesctivamente) que están situados a unos 25 kilómetros al sur de Ciudad Juárez (en el estado de Chihuahua).

Olga Herrera, ama de casa de 36 años y madre de tres hijos, es la nueva comisaria de Villa Luz.

Ningún hombre de estas dos pequeñas comunidades tuvo el valor suficiente para presentar su candidatura para Sheriff por lo que las dos mujeres decidieron ponerse el mundo por montera y desafiar a los narcos haciéndose con las riendas de la comisaria de policía. Pero, a pesar de su inmenso valor, ambas carecen de la formación necesaria para dirigir una comisaría de policía y, sobre todo, ninguna de las dos podrá portar armas para defenderse, ya que la ley prohíbe que los Sheriff puedan portar armas de fuego… Sus instrumentos para combatir el crimen son una furgoneta destartalada y medio oxidada y una población atemorizada por los narcos y por los jóvenes pandilleros que roban a su antojo a los habitantes de estas poblaciones para sacar algo de dinero con el que comprar drogas.

“Los habitantes de nuestra comunidad todavía tenemos la tranquilidad que en otras partes de México no tienen. Desafortunadamente el pueblo se ha quedado estancado porque, a pesar de que todos los camiones de pasajeros, de carga y automovilistas que van o vienen del sur y centro del país con rumbo a Juárez pasan por aquí, no tenemos un comercio organizado que los atienda”, afirmó Verónica Ríos Ontiveros.

Pero el principal problema al que se deban enfrentar estas dos amas de casa no será, ni mucho menos, organizar el pueblo para que atraigan nuevos turistas… Su proximidad con Ciudad Juárez convierte a estos dos pequeños municipios en un lugar donde los narcos puedan refugiarse o por donde pasar sus mercancías camino de Estados Unidos. “Si bien vivimos sin los problemas de inseguridad que sufren en otras partes, si hay muchachos que andan en las drogas por eso necesitamos que, tanto el gobierno del estado como el municipio, nos ayuden a construir un centro de rehabilitación para jóvenes”, afirmó Olga Herrera que reconoció que está preocupada por la situación. Aún así “me siento orgullosa y no tengo miedo de hacer un trabajo que tradicionalmente está destinado al hombre”, sentenció.

Estas mujeres, junto con Marisol Valles García- de 20 años-, quien ocupa la Secretaría de Seguridad Pública en el municipio de Praxedis G. Guerrero, controlarán la seguridad de zonas conflictivas, donde la pugna entre los cárteles de las drogas está latente.

Pero no todos los mexicanos han reunido el valor suficiente para presentarse a Sheriff. En contraste, en el Valle de Juárez, las elecciones para elegir a comisarios de Policía en cinco poblados se declararon desiertas, pues nadie se animó a registrarse. En San Agustín, el Sauzal, San Isidro, Ejido Zaragoza y Venustiano Carranza ningún habitante se inscribió como candidato. En el Valle de Juárez, al igual que en el resto del estado, se han registrado hechos violentos derivados de la lucha de los grupos de la delincuencia organizada que se disputan la plaza, tales como ejecuciones, incendios y secuestros.