Un estudio de los Servicios Cardiovasculares
Intervencionales del Brigham and Women's Hospital publicado en el New
England Journal of Medicine , va en contra de décadas de
investigaciones previas que indicaban que solamente la presión arterial sistólica
alta producían ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. Después de ajustar
los datos para los posibles factores de confusión, en más de 36 millones de
lecturas de presión arterial en más de 1 millón de personas los investigadores
encontraron que si bien la presión sistólica tiene un mayor impacto, tanto la
presión sistólica como la diastólica influyeron independientemente de la
definición utilizada para la presión arterial alta. El hallazgo de que la
hipertensión sistólica y diastólica tienen impactos similares sobre el riesgo
en el umbral inferior de 130/80 proporciona apoyo independiente para los
cambios recientes que se hicieron en las directrices del Colegio Americano de
Cardiología y la Asociación Americana del Corazón, que recomendaron un control más
fuerte en pacientes con mayor riesgo de hipertensión. Los resultados también
coinciden con los hallazgos del Ensayo de Intervención de Presión Arterial
Sistólica de los Institutos Nacionales de Salud, conocido como SPRINT. Este
análisis que utilizo una gran cantidad de datos longitudinales demuestra de
manera convincente que ambos son importantes, y muestra que en personas que por
lo general están sanas, los números de presión arterial más bajos de 130/80 son
mejores.