Amnistía Internacional advierte que el derecho a la salud no puede ser cuestionado

Por Saludyotrascosasdecomer

En una carta enviada hoy al conseller, Amnistía Internacional recuerda que el derecho al más alto nivel posible de salud, tanto física como mental, es un derecho contenido en numerosos instrumentos internacionales de derechos humanos, de los cuales España es parte, y por tanto, está obligada a cumplirlos. Entre ellos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, (PIDESC) ratificado por España en 1977. Recientemente, el Estado español ha ratificado el Protocolo Facultativo a este Pacto, reconociendo así un mayor nivel de compromiso con estos derechos. La organización responde de este modo a algunas de las afirmaciones que los medios atribuyeron al conseller de Salud en el marco de una entrevista a la Agencia EFE el pasado martes 25 de octubre, en las que destacaba que "la salud es un bien privado que depende de cada ciudadano y no del Estado" y que la "la salud depende de uno mismo" ya que “ésta depende del código genético de la persona, de sus antecedentes familiares y de sus hábitos". Amnistía Internacional reconoce que el derecho a la salud entraña libertades individuales. Sin embargo, la organización recuerda que el derecho a la salud también comprende el acceso y disfrute de un sistema de protección que brinde a las personas oportunidades iguales para disfrutar del más alto nivel posible de salud. Este derecho impone obligaciones al Estado. Entre ellas, la obligación de asegurar un número suficiente de establecimientos, bienes y servicios públicos de salud y centros de atención de la salud; garantizar que estos son accesibles a todas las personas, sin discriminación alguna, y asegurar la buena calidad de los mismos. Según han reconocido organismos internacionales de derechos humanos como el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas, que vigila el cumplimiento del PIDESC, el derecho a la salud abarca además una amplia gama de factores socioeconómicos que influyen en el disfrute de una vida sana y factores determinantes básicos de la salud, como la alimentación, la vivienda, el acceso a agua limpia potable y a condiciones sanitarias adecuadas, entre otros. Aspectos todos ellos, que también comportan obligaciones para los Estados Amnistía Internacional desea resaltar que estas obligaciones en materia de derechos humanos ni se extinguen, ni se atenúan en tiempos de crisis económica.