Pero la pregunta del millón, la pregunta de la búsqueda de la piedra filosofal comienza en ti. Solamente escudriñándote a ti podrás entender qué es el amor.
Pensar no sirve, no sirve de nada. Está equivocado, enfermo, anegado de burdas ideas e idealizaciones. Justicia no sabe que es y juzgar es sencillo y gratis. No hay esfuerzo, esa palabra que se ha quedado en nuestros padres ya jubilados.
Cómo explicar que la vida es muchísimo más sencilla, los niños, los animales, la naturaleza siempre nos muestran y enseñan. Viven en otra dimensión. La dimensión de Un Todo y no todo para uno. No la destruyas. Nuestra naturaleza es amar como tu amarías.
Elimina barreras, avanza. Pero no como hemos comprendido que debíamos de avanzar. Necesidades, dinero, necesidades, dinero. Proyectos para ganar, como competidores olímpicos, pero para avanzar hay que mirar a lo interior. Siempre han dicho que para ganar, para ganar de verdad, hay que ganarse a uno mismo. Nos hemos puesto mil capas, mil barrearas que hay que romper. Humildad, no es sinónimo de perder, sino de aprender a ganarse. No corras, te perderás el camino, un camino lleno, plagado de señales que te llevarán donde pretendes llegar. Si sigues idealizando imágenes, textos y personas que te llevan a comprar, a simular, lo que un humilde pastor no te pueda regalar, vas mal.
Dos mil años han pasado desde el último pastor, que simplemente lo hizo.
No hablo de seguir falsos profetas que hablan pero no se identifican. Hablo de hacerlo. Si no sabes cómo, ponte en manos de especialistas, no ceses, primero nuestra herramienta. Primero uno. Como un pájaro usa sus alas para volar, a nosotros nos han regalado el enigmático cerebro. Una herramienta que nos enseñará a volar, a acceder a otras dimensiones, a la dimensión del amor, pues como ya está claro, no está en esta.
Los que enfermaron su conciencia estarán siempre más cerca, pues como suele pasar, hasta que no llegas al fondo del remolino (inconsciencia), no podrás salir de el.
Las tiritas que pones, no son más que un purgatorio absurdo lleno de dolor e insatisfacción, desconcierto y nuevamente a la vorágine humana. No ceses…deja de buscar para encontrar, por favor. Hemos de llegar al único lugar.