- Congelar ½ kg. de sardinas, quitando cabezas y tripas para evitar el anisakis.
-Descongelar y colocar en una fuente cubiertas con sal gruesa; dejar durante tres días en la nevera.
- Limpiar quitando la espina central, lavar bajo el grifo para quitar el exceso de sal, y separar los dos filetes. Cubrir con aceite de oliva virgen y listas para consumir.
- Ir añadiendo más aceite según se consuman, que siempre estén bien cubiertas.