Y es que el cine habla de la vida y la moda habla de las personas y van intrínsicamente unidos desde la creación del séptimo arte. La moda para la gente de a pie es hoy un instrumento para reafirmarnos dentro de un grupo o bien distinguirnos. ¿Lo que elegimos lo decidimos al azar? Recordando las palabras de Miranda Priestly en "El diablo viste de Prada" sobre un cinturón color azul cerúleo la respuesta es: NO.
Si cada mañana elegimos, con cuidado o sin pensar, lo que nos ponemos ese simple gesto ya nos identifica. Hasta tú que alardeas de no perder un minuto cada mañana y te pones lo primero que pillas, sin darte cuenta tú también estás emitiendo señales. Ahora bien ¿cómo de importante es esto en el cine a la hora de la identificación de los personajes por su vestuario?
A veces, mucho más importante a cómo actúa un personaje es su ropa. Lo que semióticamente nos cuenta su ropa, sus colores, si es nueva, si está sucia o es vieja... Estamos acostumbrados a que estos grandes premios de la industria del cine siempre caigan en manos de películas en la que, efectivamente, el vestuario conlleva detrás un elaborado trabajo histórico que consigue verosimilitud a la hora de creer que lo que vemos está ocurriendo en siglos o épocas pasadas y si a la historia nos remitimos es cierto que la mayor parte de los premios en esta categoría han sido para películas con vestuario elaborado y nada contemporáneo. La academia de Hollywood creó el Oscar al Mejor vestuario en el año 1948, es decir, 21 años después de su nacimiento. En sus inicios se entregaban dos premios Oscar al mejor diseño de vestuario, uno para los films realizados en blanco y negro y otro para las de color. En ese mismo año 1948 conseguían la estatuilla al mejor diseño de Vestuario, en blanco y negro Roger K. Furse por “Hamlet”, y en el apartado de color; Dorothy Jeakins por “Juana de Arco”. Desde entonces, algunas de las películas que han ganado un Oscar al mejor vestuario han sido...
2003 “Chicago” Colleen Atwood
1960 “Ben-Hur” (color) Elizabeth Haffenden y “Con Faldas y a lo Loco” (B/N) Orry-Kelly
Este año las nominaciones continúan en la misma línea, con producciones de vestuario espectaculares basadas en momentos de fantasía, históricos o leyendas que obtienen su inspiración de una exhaustiva investigación a través de pinturas, fotografías, dibujos... O bien según la imaginación misma del diseñador de vestuario.
"Puro vicio" Mark Bridges
"Into the woods" Colleen Atwood
"Maléfica" Anna B. Sheppard
"Mr. Turner" Jacqueline Durran
¿Pero acaso podríamos pensar que una película com "Boyhood" o "Perdida" fueran también nominadas al mejor diseño de vestuario? No olvidemos que cuando hay que vestir a un actor que acepta un rol dentro de una historia en una etapa actual o cercana a nosotros también hay que tener en cuenta porqué y cómo ha de vestir según sus circunstancias, arduo trabajo cuando hoy en día casi todos vestimos igual.
El valor del vestuario en estas películas puede quedar en un segundo plano pero, a la hora de crear un personaje que vive en una ciudad cualquiera del mundo en pleno año 2015 ese diseñador tiene que pensar mucho más de lo que imaginamos... ¿por qué lleva ese jersey para estar en casa, por qué es de lana y no de algodón, por qué viste con chandal, por qué lleva tacones y no un zapato plano? En el caso de "Perdida" es básico para entender la evolución del estado (mental) de la protagonista...
¿Quizá estas películas y muchos otras en las que no nos paramos a pensar porqué visten así sus personajes hubieran contado la historia de la misma forma?