Desde ahora y hasta finales del mes de noviembre, la Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud realizará 600 inspecciones a establecimientos de restauración para velar por el cumplimiento de la normativa de defensa y protección de las personas consumidoras en Andalucía. Se entiende por establecimiento de restauración, los restaurantes, autoservicios, cafeterías, bares, bares-quioscos, pubs y bares de música. Es decir, cualquier lugar debidamente autorizado en el que sirvan al público sólo bebidas o bebidas y comidas.
Este año los inspectores harán especial hincapié en que los productos de charcutería, queso, moluscos o crustáceos se oferten según su peso, o por unidades, según el caso, también en que las balanzas estén verificadas o que las cartas o listas de precios no incluyan expresiones como ‘precio según mercado’ algo que la normativa prohíbe.
Además, en la campaña 2010 se comprobará que los establecimientos tengan hojas de quejas y reclamaciones o que las cartas de precios incluyan el coste completo incluidos los impuestos o los gastos adicionales, como por ejemplo, cuando se dé el caso, que se indique claramente el incremento del importe por realizar las consumiciones en una terraza dentro del precio final. Los inspectores también vigilarán que los productos de pesca comercializados cumplan la normativa vigente en cuanto a talla.
Otro de los aspectos a vigilar este año hace referencia a la publicidad que se realiza en el establecimiento de los productos que oferta, o al hecho de que las cartas o listas de precios deben estar ubicadas dentro del local en un lugar visible.
Para llevar a cabo esta labor de vigilancia, los inspectores contarán con un formulario en el que se relacionan los diferentes aspectos que han de cumplir los establecimientos de restauración en Andalucía. Entre los aspectos a controlar destacan los que hacen referencia a las hojas de reclamaciones, a información sobre precios y servicios, como por ejemplo si cuentan con cartas de precios en el exterior y en el interior del local, si incluyen todos los productos o si hace constar precios distintos cuando los clientes son atendidos en barra o en mesa. Otro de los grupos de preguntas se centra en las facturas o justificantes de pagos, en las condiciones de seguridad e higiene, en la venta de tallas mínimas o épocas de veda y por último las que hacen referencia a equipos de medidas.
Por provincias, este año los servicios de Consumo de la Consejería de Salud van a realizar 41 inspecciones relacionadas con establecimientos de restauración en Almería, 71 en Cádiz, 71 en Córdoba, 92 en Granada, 30 en Huelva, 81 en Jaén, 92 en Málaga y 122 en Sevilla.
-Reuniones previas
Antes de la puesta en marcha de la campaña, la Dirección General de Consumo ha mantenido un encuentro con la Federación Andaluza de Hostelería para comunicar al sector el inicio de la campaña y concienciarles de la necesidad de eliminar las irregularidades que han detectado los inspectores en campañas anteriores. También se ha informado a la Federación Andaluza de Municipios y Provincias de la puesta en marcha de esta Campaña de Inspección, y se ha facilitado a ambas federaciones un test de autoevaluación para que los establecimientos de restauración puedan verificar si cumplen o no con la normativa en vigor.
En la campaña que se llevó a cabo el año pasado los inspectores de consumo detectaron irregularidades en la cartelería y en folletos publicitarios, deficiente información sobre los precios, falta del libro de reclamaciones o que los instrumentos para pesar los productos, como balanzas, no estaban debidamente verificados. En el año 2009, tres de cada diez establecimientos de restauración incumplía algún tipo de norma sobre los derechos de los usuarios. Se hicieron 855 inspecciones en 708 establecimientos. De ellos, 266 arrojaron algún tipo de irregularidad, lo que supone el 31% del total.
Como consecuencia de las infracciones detectadas, los servicios de Consumo han iniciado 97 expedientes sancionadores con una cuantía media de 714 euros cada uno. La mayor parte de las infracciones son de carácter leve y pueden ser sancionadas con multas de entre 200 y 5.000 euros.
-Consejos a los usuarios
En relación con los servicios que prestan este tipo de establecimientos, la Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud recomienda a los usuarios que se aseguren de que los precios sean finales y completos, incluyendo el IVA, así como que recuerden que el cubierto, la carta, la reserva de plaza o cualquier otro concepto similar no pueden ser cobrados, ya que se entiende que van incluidos en el precio y son elementos necesarios para la prestación del servicio.
Se aconseja también a los consumidores que verifiquen si existe alguna indicación de la existencia de diferencias de precio en función de si el consumo se realiza en la mesa o en la barra, así como sobre si existen restricciones en las ofertas, como por ejemplo que en las mesas sólo se sirvan raciones, algo que el establecimiento puede hacer siempre que informe de ello al usuario a través de los mecanismos habilitados al efecto.