CRISTO MUERTO
ÓLEO SOBRE LIENZO
PINACOTECA DE BRERA, MILÁN
Pilatos accedió a la petición sólo después de que un oficial romano, que había estado presente en la crucifixión, verificara que el hombre de Nazaret esta realmente muerto.
Los huertos de Jerusalén estaban al norte de la segunda muralla de la ciudad y su presencia se indicaba con una verja cercana. También estaban allí las canteras y en tiempos de Jesús, se excavaban cámaras mortuorias en la roca, en una de esas cámaras, no lejos del Gólgota, en el "lugar de las calaveras" José y aquellos que le acompañaban enterraron a Jesús.
Este sepulcro es el escenario del "Cristo Muerto" de ANDREA MANTEGNA, el pintor renacentista italiano que trabajó durante cincuenta años en la corte de los Gonzaga, en Mantua,
MANTEGNA logró una gran plasticidad de forma en sus figuras usando una técnica de perspectiva conocida como escorzo (modo de representar una figura que en realidad estaría dispuesta perpendicular u oblicuamente al plano en que ha sido representada).
En 1453, pocos años antes de que se pintara el cuadro, Constantinopla, capital del Imperio Romano de Oriente cayó en manos de los turcos. Cuando los otomanos tomaron la ciudad, la cristiandad perdió una reliquia preciosa "La piedra de ungir", sobre la cual según dice la tradición, José de Arimatea colocó el cuerpo de Jesús.
La obra de MANTEGNA se pude interpretar como una respuesta crítica a la profanación, por parte de los turcos de los santos lugares cristianos, ya que los papas del periodo llamaron a las cruzadas para librar Constantinopla y las reliquias cristianas de manos de los infieles.
ENLACE A LAS CRUZADAS