Quizá Luis Eduardo Aute podría explicarnos los motivos de la premura con la que la paciente aporreó la puerta aquella tarde...-. Muy buenas doctor! Tengo cita con Ud. a las cuatro y diez.-. A ver... como se llama Ud.?-. Luisa Fernandez-. ¿?... Si, Luisa, efectivamente: tiene Ud. cita conmigo, pero a las 17h10, según mi agenda.-. No puede ser! Esta mañana llamé para adelantarlo y me dijeron que lo arreglarían!-. Efectivamente, lo arreglaron...-dije al comprobar que se limitaron a especificar un "vendrá antes" al margen...- En fin... Dígame Luisa, qué puedo hacer por Ud.?-. Pues el caso es que yo solo venía a por la receta de mi anticonceptivo...
Tras hacerle y entregarle lo solicitado, añadió:-. Por favor, hágame también una receta de ibuprofeno, que en las próximas semanas me tocan los niños!
El dichoso ibuprofeno y el euro que se ahorraría el elevadísimo número de pacientes, aquellos que finalizan la consulta solicitando un envase del antiinflamatorio, encuentran aquí una nueva justificación y una curiosa indicación: el reparto de los niños en el contexto de una custodia compartida...