Junto a la Ley Seca y la prohibición de fabricar o vender alcohol, durante los años 20 de Estados Unidos el jazz estaba naciendo. Las mujeres comenzaban a ser libres: mostraban su cuerpo, salían de noche, hacían tareas de hombres. Se animaban a fumar en público y a tomar alcohol, un indudable símbolo de status ya que el mercado negro era super exclusivo.
Entonces, para que su insolente gesto de poder e independencia se viera refinado, las "flappers" comenzaron a llevar esos grandes anillos.
Imaginá el destello de una gran piedra al llevar la copa a los labios... ¡Cuanto glamour!
El anillo de cóctel fué símbolo de status durante los años de la gran prohibición en EEUU y volvió a usarse en los años de posguerra cuando la mujer reafirmó la soberanía sobre su cuerpo y su vida.
Ya esta por cumplir 100 años y su misión sigue siendo hacerte ver, reforzar tu personalidad, darle al movimiento de tus manos y a tu estilo un protagonismo esencial.
Esta vez, vuelve como parte de la nostalgia retro, la onda vintage, el glamour y la tendencia de refrescar tus ropas de fabricación a granel con accesorios llamativos. Y podés llevarlo a la vieja usanza, uno, o llenar tus manos de colores y formas.
Los diseños geométricos van muy bien con un outfit urbano o para lograr un look retro, las flores y formas orgánicas dulcificarán arreglos más andróginos.
Tradicionalmente se lo lleva en el dedo anular o índice, aunque hoy la moda es romper esas reglas.
El anillo alargado se ve muy bien en dedos largos y el redondo u horizontal en dedos cortos.
Si preferís un coctel de anillos, el gran secreto es el color. Mantenete limitada en los tonos: así armonizarán sin importar el estilo.
Ya sabés: con la misma blusita y un importante anillo estas lista para brillar en el after-office.
por Clarisa Ralton