Aniversarios artísticos

Publicado el 29 diciembre 2020 por Mj Sol

Si hace pocas semanas contábamos aquí algunas de las efemérides literarias más importantes del año 2020, ahora llega el turno de hablar de otros creadores que también están de aniversario.

V centenario de la muerte de Rafael:

Raffaello Sanzio da Urbino es, junto a Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti el pintor más importante del Renacimiento. Rafael nació y murió en viernes santo, unas fiebres se lo llevaron el 6 de abril de 1520, justo el día en que cumplía 37 años. Fue enterrado en el panteón de Agripa en Roma por petición propia. Quinientos años después el mundo preparaba exposiciones conmemorativas que se vieron anuladas o alteradas por la pandemia que sufrimos en el 2020.

Pudieron rendirle homenaje en Alemania con la exposición Rafael en Berlín: las madonas de la Gemädegalerie, inaugurada en diciembre de 2019.

En febrero de 2020 fue la Capilla Sixtina la que protagonizó un hecho histórico al ser trasladados allí los 10 tapices de la vida de los apóstoles diseñados por Rafael en 1515 y que, originariamente, estaban destinados a decorar todo el perímetro de la sala, junto a los frescos de Botticelli y la impresionante bóveda con las pinturas de Miguel Ángel, aunque éste último siempre se negó a compartir espacio con el genio de Urbino. Tras la muerte de León X, al año siguiente, algunos tapices fueron empeñados y otros robados por las tropas de Carlos V y, siglos después, por Napoleón. No fue hasta el siglo XIX cuando pudieron ser recuperados, pero no volvieron a la Capilla Sixtina. En esta ocasión lo hicieron durante solo una semana, en honor a Rafael.

La Capilla Sixtina con los tapices de Rafael.
Foto de Fernanda Chandler. Publicada en nationalgeographic.com

Otra de las grandes exposiciones que llevaba años preparándose fue la del museo Scudirie del Quirinale en Roma proyectada para marzo de 2020 y en la que se reunían más de 120 pinturas y dibujos de Rafael, así como códices y objetos antiguos que sumaban un total de 204 piezas, la mayoría prestadas por las más importantes  colecciones del mundo. Pero tuvo que cerrar sus puertas debido a la alarmante situación sanitaria. Con gran esfuerzo y con todas las medidas de seguridad necesarias, la muestra Rafaello abrió de nuevo y pudo ser disfrutada por los visitantes desde junio a agosto.

Quien también pudo rendirle su particular homenaje fue el Palacio Real de Madrid con la exposición temporal Tapices para Felipe II donde se exhibieron los 9 paños diseñados por Rafael y que muestran las vidas de San Pedro y San Pablo.

Además, la Galería Nacional de Arte de Washington D.C. consiguió abrir su exposición dedicada a Rafael del 13 de octubre al 15 de noviembre y que, en el momento de escribir estas líneas, puede verse en su web oficial.

VI aniversario de la construcción de la cúpula del duomo de Florencia.

Florenciaes una de las ciudades más hermosas del mundo y la cúpula de Santa María de Fiore es su símbolo. La catedral comenzó a  construirse en 1296 y su cúpula el 7 de agosto de 1420. En la actualidad, 600 años después, su belleza y misterio continúa asombrado a los visitantes.

Vistas de Florencia.

La catedral de Florencia terminaba en un balcón, dejando al aire libre el espacio sobre el altar mayor. Los años transcurrían y nadie parecía ser capaz de erigir una cúpula que debía arrancar a 55 metros de altura y cubrir casi 50 metros de ancho.

En 1418 las autoridades decidieron convocar un concurso para el que parecía un proyecto irrealizable. Rápidamente aquello se convirtió en un desafío de ingenio y orgullo entre los mejores arquitectos. Entonces llegó Filippo Brunelleschi, un orfebre con bastante mal carácter, que guardaba sus planos en el más estricto secreto. Cuentan que se presentó ante todos retándolos a poner en pie un huevo. Nadie lo consiguió. Brunelleschi, simplemente lo cascó un poco y lo puso sobre la mesa. Esta historia, también atribuida a Colón, puso en jaque a los presentes y le granjeó no pocas antipatías. Lo cierto es que Brunelleschi, entre disputas y discusiones que le costaron ser expulsado de las asambleas en varias ocasiones, consiguió demostrar su valía ofreciéndose a edificar dos cúpulas, una dentro de la otra, sin necesidad de complicados andamios. Ganó el concurso y en 1420 comenzó a construir la cúpula que se convertiría en un hito del Renacimiento y después quemó los planos.

Interior de la cúpula del duomo de Florencia.


Vista de la cúpula.

Sin embargo, lograr su proyecto no fue tarea fácil, tenía bajo su dirección a un gran número de artesanos, era riguroso, pero se preocupaba por la seguridad de sus trabajadores y les daba instrucciones muy precisas. Lo que peor llevaba era trabajar con su eterno rival, Lorenzo Ghiberti, con quien se había disputado (y perdido) el proyecto de la puertas de bronce del Baptisterio de Florencia (las puertas del Paraíso). Las intrigas, los secretos, las conspiraciones estaban servidas y con ellas el misterio que convirtió su construcción en leyenda.

Durante muchos años los florentinos la utilizarían en su lenguaje popular para referirse a la fecha de cumplimiento de algo como “antes de que el Cupolone esté terminado”.

Año Van Eyck:

Flandes está de enhorabuena desde que decidió homenajear a los tres maestros más importantes del arte flamenco dedicando un año a cada uno desde 2018 al 2020: Rubens, Bruegel el Viejo y Van Eyck. El 2020 iba a ser el gran Año Van Eyck, pero debido a los acontecimientos que han obligado a cancelar multitud de eventos ha tenido que ser prorrogado hasta 2021.

Catedral de
Saint-Bavon (Gante)

Gante y Brujas preparaban numerosas exposiciones y actos festivos, que se han visto modificados. Pero, por fin, ha regresado el panel central inferior, conocido como el Cordero Místico, a la catedral de San Bavon (Gante) después de años de restauración.

El políptico de la Adoración del Cordero Místico (1432) se considera la última obra de la Edad Media y la primera del Renacimiento. Consta de 12 paneles de madera con 20 escenas. Su creación y todo lo que le rodea le ha dado un halo de misterio que se acrecienta al saberlo la obra más robada de la historia, en trece ocasiones. Ha pasado por muchas manos, ha sido despedazado y falsificado varias veces. Dos de los personajes más famosos que ambicionaban poseer la tabla del Cordero Místico fueron Napoleón que se lo llevó al Museo del Louvre y Hitler que lo creía un mapa lleno de acertijos para encontrar los Arma Christi o instrumentos de la Pasión de Cristo.

Cartel de la restauración de la Adoración del Cordero Místico.

250 aniversario del nacimiento de Beethoven:

Otras ciudades que llevaban años preparando festejos para el 2020 eran Viena  y Bonn que deseaban conmemorar el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven. El compositor nació en Bonn (1770) pero residió en Viena buena parte de su vida.

Bonn había planeado un circuito Beethovenarrancando de su casa natal y paseando por los lugares más emblemáticos.  Lo mismo había ideado Viena, una visita guiada por las casas en las que había residido desde que se instalara en la capital de la música con 22 años. El año Beethoven había arrancado el 16 de diciembre de 2019 y debía continuar todo el 2020 con más de 800 eventos entre conciertos, exposiciones, teatro y congresos. Pero la pandemia obligó a cerrar los auditorios y suspender centenares de actividades. Algunos homenajes han podido celebrarse, pero otros han tenido que trasladarse a las redes y convertirse en eventos digitales.

Centenario del nacimiento de Federico Fellini:

Y no queremos cerrar este capítulo sin mencionar a otro de los homenajeados en este fatídico 2020. Este era también el año Fellini e Italia iba a volcarse con el llamado Fellini100 antes de que la pandemia se cebara con el país.

El genio italiano cambió la forma de hacer cine, dejó varias películas emblemáticas del séptimo arte, ganó cinco Oscar e incorporó su nombre al diccionario de la lengua italiana donde se reconoce la palabra felliniano.

Con La Strada (1954) consiguió su primer Oscar con tan solo 34 años, pero su obra más recordada es La dolce vita (1960) que marcó una era y retrató a Roma como nunca antes nadie lo había hecho. Aquella película nos regaló la icónica imagen de Annita Ekberg bañándose en la Fontana di Trevi ante la mirada de Marcello Mastroianni, una de las escenas más famosas de la historia del cine.

Fotograma de La dolce vita.
Wikipedia.