Haciendo un trabajo que he de presentar este lunes en la universidad me tope con una historia preciosa. El amor a una madre.
Anna de Codorníu era la ultima se la familia Codorníu. Esta se caso y tuvieron un hijo Josep Raventos Fatjó, fundador de la gran empresa de cavas catalana Codorníu.
En honor a su madre, le puso su nombre a dos cavas:
Dos botellas que representan el inmortal amor a una madre.
Una historia preciosa, ¿verdad?
Tras tantos años, Anna de Codorníu ha pasado a ser uno de los puntos fuertes publicitarios de esta empresa. Cada año sale en televisión la Anna de Codorníu. Se hace una selección y se elige a una mujer que es quien personifica al cava y a la mujer por quien se nombro, en un spot televisivo.
Anteriores Annas:
Este año, han decidido que el publico decida que vestido lucirá la Anna de estas navidades. Tres vestidos (Pinot Noir, Parellada y Chardonnay) todos de Victorio y Lucchino de los que solo uno sera el elegido.
Mi favorito es Parellada, el vestido rosa que podéis ver a la izquierda en la foto. Me encanta su toque romántico, clásico y sencillo. Me enamoran esos vuelos y ese preciosos detalle debajo del pecho. En mi opinión, es perfecto.
Yo ya he votado por el mio, ahora puedes votar tu si quieres. Solo tienes que hacer clic aquí abajo para seleccionar el que te gusta y veremos en navidad el seleccionado en televisión.
¡Quiero terminar felicitando a dos personas que ayer cumplieron años!
Quiero felicitarles desde aquí ya que son quienes me animaron y apoyaron para que crease este blog y para que creyese en lo que escribía y hacia.Ademas de lectores infalibles.
En primer lugar: Alba. Una soñadora y amante de la moda, con quien siempre puedo contar para ver tiendas o comentar ultimas tendencias o inspiraciones locas que se nos pasan por la cabeza. ¡Felices dos patitos!
Y en segundo lugar y no por ello menos importante: A mi chico, Borja. Que aunque es todo lo opuesto ami y no es muy fan de la moda y ultimas tendencias, se traga cada post que escribo incluso me comenta sus opiniones, ademas de soportarme de tiendas (cosa que no todo chico hace). ¡Felices 23 añitos!
Miri