Anne Lise Coste (Marsella, 1973) es una de esas artistas a las que sigo desde hace años y que me gusta mucho.
La reconoces con facilidad por sus dibujos y pinturas hechos con graffiti y caligrafía , una manera de trabajar de lo más expresiva que utiliza para manifestar sus estado de ánimo y una personal crítica social y política.
Le interesa el lenguaje, las palabras y su función como imagen. Muy influenciada por el movimiento dadaísta de principios del sXX, su obra está cargada de ironía y rebeldía bajo una forma de lo más estética y decorativa. Tiene la capacidad de hacer de lo mínimo su máxima, y de un modo aparentemente fácil y desenfadado lograr obras llenas de contenido.
Muestra estos días en Madrid su último proyecto, Blue water donde el color azul toma un protagonismo tan solo interrumpido por el color negro.
Para seguir leyendo este post pincha aquí.