Ansiedad por separación en gatos

Por Jgallego19

La ansiedad por separación puede afectar a los gatos. La publicidad masiva de un nuevo tratamiento con medicamentos farmacológicos para la ansiedad por separación en los perros ha dado una pista a los dueños de mascotas sobre la existencia y la naturaleza de la ansiedad por separación en estos animales. Además, muchos padres han oído hablar de la ansiedad por separación que afecta a algunos niños sensibles que van a la escuela por primera vez. Pero lo que mucha gente no sabe es que la ansiedad por separación puede afectar a los gatos también.

Los gatos con ansiedad por separación no aúllan y ladran como los perros, y tampoco muerden las puertas y los marcos de las ventanas en los frenéticos intentos de escapar. Su tristeza es mucho menos evidente y a veces es muy difícil saber lo que está pasando.

La ansiedad por separación, en cualquier especie, implica una falta de confianza y una excesiva dependencia de los demás. Es probable que diversos factores genéticos jueguen su papel en la susceptibilidad a la ansiedad por separación, aunque el entorno es el responsable de su expresión.

Los factores genéticos incluyen la sensibilidad emocional y una predisposición a la ansiedad. Ciertas razas orientales, como los siameses y los birmanos, pueden ser más propensos a desarrollar ansiedad por separación que los gatos con temperamentos más robustos, como los de raza Maine Coon.

Los factores del entorno a menudo implican experiencias de vinculación inadecuadas cuando los gatos son pequeños. Los gatitos huérfanos, los gatitos recién destetados y los comprados en una tienda de mascotas son probablemente los que tienen mayor riesgo de desarrollar esta condición estresante. Si combinas una personalidad susceptible  con experiencias inapropiadas en edades tempranas tendrás la receta perfecta para un desastre de este tipo.

Síntomas de la ansiedad por separación en gatos

  • Exceso de apego a su dueño, siguiendo a la persona de una habitación a otra por toda la casa.
  • Pena y aflicción cuando el propietario se prepara para salir de casa (llamado ansiedad previa a la salida). Esto puede tomar muchas formas, pero algunas de las presentaciones más comunes son los maullidos, el mal humor, la depresión aparente, escabullirse y esconderse.
  • Vocalización (llorando, gimiendo, maullando)  justo después de que el propietario ha salido por la puerta (es posible que tengas que usar una grabadora para comprobar este síntoma).
  • Anorexia. El gato afectado suele tener demasiada ansiedad por comer cuando se quedan solo.
  • Evacuación inadecuada. A menudo en forma de marcado del territorio con orina, aunque también puede ocurrir a veces un marcado fecal. Estos marcados son a menudo cerca de la puerta por la que se ha ido su dueño o en su ropa, ropa de cama u otros efectos personales.
  • Exceso de aseo. Esto comienza como un comportamiento de consolación, pero puede progresar hasta convertirse en algo compulsivo si no se controla. En este caso, el exceso de aseo ya no se produce sólo cuando el dueño está ausente, sino también en su presencia.
  • Comportamiento destructivo. Es raro, pero algunos gatos pueden arañar los bordes de la puerta, presumiblemente en un intento de escapar de su solitaria “prisión”.
  • Saludo exuberante. El gato saluda a su dueño cuando llega a casa como se saluda a un amigo perdido hace mucho tiempo que no se esperaba ver nunca más.

Tratamiento

Comportamiento:

Aunque en los perros es posible entrenar la independencia, esto es mucho más difícil en los gatos. Sin embargo, algunos aspectos del programa canino pueden ser útiles, como por ejemplo incentivar al gato a que duerma en una cama para gatos en un área donde quedará encerrado durante las ausencias de su dueño durante el día. Conseguir un ambiente propicio para el “solo en casa” también puede ayudar. Esto se puede lograr por medio de:

  • Objetos posicionados de la mejor manera para dar al gato una buena vista del mundo exterior.
  • Comederos de pájaros posicionados estratégicamente para que el gato los pueda observar.
  • Un surtido de juguetes móviles quizá reforzados con hierba gatera (catnip) o señuelos de caza.
  • Poner la ración de pienso del día en un cubo Buster (cubo dividido en varios compartimentos internos, que libera trozos de comida cuando el animal lo empuja con la pata o el hocico). El “rompecabezas de comida” debe estar disponible sólo cuando el dueño está ausente, y debe ser recogido en el momento en que regresa.

  • Dejar la radio encendida. El efecto “ruido blanco” de la radio encendida ahoga el perturbador silencio.

Médico:

Si el entrenamiento de la independencia y el enriquecimiento del entorno no funciona, puede ser necesario recurrir a la medicación contra la ansiedad por un tiempo. Los medicamentos que pueden ayudar son:

  • Clomicalm® (clomipramina). Aunque sólo está autorizado para su uso en perros, se puede utilizar en los gatos “fuera de etiqueta” bajo la supervisión del veterinario y puede ser útil para la ansiedad por separación en gatos.
  • Prozac® (fluoxetina). Un medicamento humano, por lo que también se deben aplicar medidas adicionales.
  • Buspar® (buspirona). Un medicamento para reducir la ansiedad humana que bien puede ayudar a algunos gatos contra la ansiedad por separación (una vez más su uso es “fuera de etiqueta”).

Conclusión

Mientras que los dueños de perros con ansiedad por separación a menudo se preocupan por los destrozos que pueden hacer sus mascotas en sus hogares en su ausencia o por los constantes ladridos, los dueños de gatos no tienen que preocuparse por estos problemas.

Los gatos no suelen ser tan destructivos como los perros en la forma en que expresan su ansiedad por separación, y el problema a veces puede ser pasado por alto. Sin embargo, sí que existen algunos aspectos emocionales provocados por la ansiedad por separación. Los gatos gravemente afectados tienen una sensación insoportable cuando su dueño se va y pueden experimentar una ansiedad casi incontenible.

Los gatos a veces expresan su sufrimiento abiertamente de algunas maneras que su dueño considera inaceptables, por ejemplo mediante el marcado de orina, o mediante formas menos obvias de la condición que deben ser reconocidas y tratadas por razones humanitarias. No te preguntes qué es lo que tu gato está haciendo a tu casa, sólo qué puedes hacer para mejorar su existencia.