No sé vosotros, pero yo soy de esas humanas que en cuanto sale un rayo de sol en invierno, me pongo rápidamente a hacer la fotosíntesis... Jajaja! Me encanta el sol de invierno. La terraza. Desayunar al solete. Dormitar bajo una sombra con calorcito. Leer, navegar por internet con la tablet, tomar el café en plan relax... etc, etc, etc... Aquí en Galicia esos momentos son escasos, y hay que estar con todo a punto para poder disfrutarlos, así que hace unos meses (octubre, creo) me propuse firmemente preparar el porche que está junto a la cocina (es el espacio exterior de la casa que más utilizamos) para el frío.
Confieso que la idea de organizar el porche, la teníamos desde antes del verano, pero la la verdad es que lo fuimos dejando para más adelante por un motivo u otro. Hasta que te cansas y un día te animas y la lías. Así que, entre que el porche estaba "de andar por casa" y era una idea que ya tenía en mente desde hacía meses; llegaba el frío y tocaba "vestirlo" de otra forma, y además, ahora teníamos 4 lindos gatitos campando por allí a sus anchas (lo tenían completamente "asilvestrado"), un día se me cruzó el cable (que yo soy muy de dicho y hecho) y nos pusimos todos a pintar, mover cosas, limpiar, recoger, y recolocar... Y es que las cosas que nos dan pereza, luego son las que más nos encanta transformar... No os pasa lo mismo?
Os gusta cómo quedó?Lo cierto es que, después de unos meses de uso (esta casa está al norte de Portugal y la verdad es que en invierno hemos tenido días buenísimos donde hemos desayunado y comido al sol, y pasado mucho rato en él con café y manta), y de 4 gatitos correteando por allí (ahora los echamos muuucho de menos!), todo parecido con las fotografías es pura ficción... Os lo cuento al final del post... jajaja! Así que en breve le haré una puesta a punto de cara a la primavera, que también compartiré en el blog.
Buen lunes!
Coralia.
Básicamente lo que hicimos fue pintar. En este caso, con un esmalte acabado chalk paint que nos dio bastante buen resultado.
con dos pasadas, todo bien cubierto.
incluso en la mesa, que estaba muy deshecha y arañada de la gata, el resultado fue genial.
Ya sabéis, pintar, secar, pintar. Cera. Listo!
estado actual
|Lo primero que hicieron los gatitos, nada más colocarlo todo, fue meterse en el cesto con las mantas. Era su lugar favorito del mundo, así que entre subirse, colarse dentro, meterse en las mantas calentitos... La cosa no duró mucho en su sitio|
|Después de volverse locos con el tema mantas, decidieron que el "césped" era el lugar perfecto para hacer sus "necesidades". Después de algunos días, descubrimos que se metían bajo la mesa y allí hacían lo suyo tan contentos y felices... Les pusimos entonces una caja con arena en ese lugar, y les gustaba tanto, que se quedaban dormidos en ella... (puajjjjjjj!!!!)|
|La vida de los gatitos intrépidos en porches recién "arreglados" era de lo más feliz, y uno de sus pasatiempos favoritos (OMG) era subirse a los cojines nuevos y echar siestas laaaargas bien calentitos y comodos (a ellos lo de la fotosíntesis también les mola)|
|Ni el bambú, ni el brezo les sobrevivieron.
Se los cargaron en pocos días... íDem las suculentas sobre la mesa... Qué cruz|
|Después de estos meses, y de regalarlos con muchísima pena, la mamá de los enanos vive a sus anchas entre los cojines del porche.
está feliz y llenando tooooodo de pelos.
Le encanta arañar la mesa, y ya la tiene de nuevo a la funerala... Alguna idea??
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