Madre mía, madre mía, vaya cambio ¿no? increíble el poder del color blanco y el orden. Mismo espacio, misma ventana, mismo suelo, mismo todo y parece que hablemos de dos casas distintas, esto si que es refrescar el ambiente.
El antiguo comedor era un sinsentido de objetos y pesados muebles oscuros pasados de moda. La disposición sigue siendo la misma, porque si os fijáis la mesa y aparador están en el mismo sitio, pero ahora se trata de elementos muchísimo más ligeros que antes, que siguen aportando espacio sentado y de almacenaje como antes, pero de una manera mucho más ordenada y con más luminosidad.
Me requetechifla el aparador volado, es una de mis piezas de mobiliario de almacenaje favoritas y este modelo en concreto, de muebles blancos, con puertas sin tiradores y la tapa superior de madera natural está en el top de mi lista :). ¿No estáis visualizando ya vuestro salón pintado de blanco? jiji ¡feliz sábado!
Vía: remodelaholic, nalleshouse