Imbuido en el problema de la dependencia que nos crea la tecnología, el fotógrafo francés Antoine Geiger ha creado un proyecto fotográfico titulado Sur-Fake con el que nos muestra cómo los 'smartphones' nos 'succionan' el alma. "La pantalla se ha convertido en una extensión biológica", afirma Geiger. Uno aprieta un botón, la pantalla se ilumina y es como si el mundo físico se detuviera, según el artista. Al final, escapamos de nosotros mismos: "creo que este proyecto es una especie de espejo".
La serie se asemeja a la teoría de Marshall McLuhan (el medio es el mensaje), en la cual el autor canadiense explica que los medios son extensiones y amputaciones del ser humano, pues la tecnología funciona como prótesis. En las fotografías de Geiger esa prótesis está en la extensión del rostro, la identidad del ser social se ha fundido con la tecnología.
"La humanidad, que en la época de Homero era un objeto de contemplación para los dioses olímpicos, es ahora uno por sí mismo. Su auto-alienación ha alcanzado un grado tal que puede experimentar su propia destrucción como un placer estético de primer orden. "