Antonio Machado escribía: “si es bueno vivir, todavía es mejor soñar y, lo mejor de todo, despertar”.

Por Alejandro Betancourt @BetancAlejandro
 
Tener objetivos, metas y sueños es clave, da sentido a nuestra vida, y es una de las principales fuentes de motivación del ser humano. pero no debemos permitir que nuestros sueños nos hagan perder el contacto con la realidad. Hay que soñar, sí, pero con los pies en la tierra, manteniendo el contacto con la realidad y asumiendo el mundo tal y como es para de esa manera transformar en la medida de lo posible los sueños en realidades. 

Los sueños son indispensables para establecer metas que tengan el poder para motivarnos de verdad. Es indudable que si nuestras metas son mediocres nuestros resultados en la vida también lo serán. A la hora de fijar objetivos no hay que auto-limitarse. Hay que soñar y vernos a nosotros mismos dentro de esos sueños, experimentar las sensaciones de éxito, contribución, crecimiento propósito, etc. que nos dará alcanzarlos. Para acto seguido, eso sí, bajar de nuevo a la realidad y fijar un plan para preciso para conseguirlos, y ponernos manos a la obra con todas nuestras capacidades. Manteniendo nuestro corazón en el sueño, pero usando nuestra mente para evaluar lo que funciona y lo que no, cambiando nuestra estrategia consecuentemente e incluso nuestros sueños y siempre disfrutando del camino.Si conseguimos sueños ambiciosos a la vez que nos mantenemos despiertos y aplicamos todo nuestro potencial y pasión a conseguirlos un día despertaremos y ya no serán sueños, se habrán convertido en realidades.


Alejandro Betancourt